22362 temas (22170 sin leer) en 44 canales
Los pocos lectores asiduos de esta bitácora habrán notado que en las últimas semanas ha bajado un poco el ritmo de publicación. Entre otros motivos, el de más peso ha sido los preparativos previos a la participación en la XXI Olimpiada Filosófica Internacional, a celebrar en Odense (Dinamarca), del 16 al 19 de mayo. La Olimpiada Filosófica Internacional (la llamaremos IPO, derivado de las abreviaturas en inglés, ya que así circula por la red) es un certamen que se viene celebrando desde hace dos décadas, organizado por la Federación Internacional de Asociaciones de Filosofía (FISP) en colaboración con la UNESCO. Desde la Asociación Olimpiada Filosófica de Castilla y León venimos animando a participar en la selección nacional desde el curso pasado, y este año se propuso a los alumnos que prepararan un ensayo sobre Kierkegaard, cuyo segundo centenario se celebró recientemente y que ha sido el tema central de la IPO durante todo el año. Tras el trabajo de los cuatro primeros meses de curso, dos alumnas castellanoleonesas fueron seleccionadas para acudir a la IPO: Eva Gómez Pérez, del I.E.S. Mateo Hernández de Salamanca, Beatriz Carranza Peñas, alumna de mi instituto, el I.E.S. Río Duero.
Desde entonces, todos los implicados hemos estado adelantando preparativos. Desde las cuestiones logísticas del viaje, hasta la preparación con materiales complementarios de ampliación y profundización, tratando de que las dos alumnas clasificadas acudan en las mejores condiciones posibles a la final. No con la intención de ganar, que no debería ser el objetivo fundamental de este tipo de certámenos, sino principalmente de poder disfrutar al máximo de toda la experiencia que supone la IPO, que incluye entre otras cosas un tiempo de cuatro horas, en la mañana del viernes 17 de mayo, para que cada alumno pueda escribir un ensayo sobre alguno de los cuatro temas filosóficos que se les ofrecerá, con la única referencia de partida de una cita filosófica. Un desafío, sin duda, original y estimulante, pues en Odense se van a reunir jóvenes interesados por la filosofía procedentes de unos cuarenta países. Un número, por cierto, creciente, según he podido leer en los últimos correos informativos: cada vez más países se están interesando por este tipo de actividades, tratando de dar a la filosofía la proyección y la presencia internacional que merece. Así que allí estarán nuestras dos alumnas, tratando de dar lo mejor de sí y sobre todo tratando de aprovechar la experiencia, que incluye también talleres, conferencias y visitas culturales por Odense y alrededores.
En estos últimos días se ha acumulado un poco más de trabajo, con los preparativos finales, el intercambio de correos desde la organización de la IPO y el intento de dar un empujón final a la difusión de los medios. Ahora ya sólo queda lo más importante: estar en Odense y compartir unos días con quienes a buen seguro representan el futuro de la filosofía. Idea que no es ninguna exageración: la misma historia de la filosofía nos surte de ejemplos de grandes pensadores que se han empeñado en dar lo mejor de sí mismos en certámenes de ensayo, en unos tiempos en los que la comunicación y los contactos entre pensadores de diferentes países estaban mucho más limitados que en la actualidad. Qué serán capaces de hacer en filosofía las próximas generaciones, contando con la motivación al pensamiento que reciben en las aulas (aspecto que en España, por el momento, está seriamente amenzado por la LOMCE), con oportunidades como la IPO y con formas de comunicación que hacen posible que hoy, a un día de la inauguración oficial de la XXI IPO, varios de los alumnos finalistas hayan contactado ya a través de las redes sociales. Ahí estaremos y trataremos de tuitearlo en función de la disponibilidad de la red wifi. Y en cualquier caso, al margen de lo que se pueda adelantar por twitter, habrá que contarlo a la vuelta. Pero eso será ya la semana que viene… De momento, rumbo a Odense.
Alguna referencia en los medios: