El dios de la lluvia, haciendo de las suyas sobre Ocata. El cielo es como el deseo, el mar o la política, que en un momento se alborotan.
El limonero, sano y salvo, a pesar de la granizada. ¡Alabado sea Dios! Cada vez lo tengo más claro: la oración es la manera más científica de relacionarse con la naturaleza.
Las flores del cactus, que florecen a lo tonto, como suelen florecer las flores, pero este año, sin complejos. Son tan hermosas que uno tiene miedo de tenerlas en casa, por si son una especie protegida.
Y tras la lluvia, el cielo y su azul, que con su inocencia está por encima de todo. Por eso el cielo tiene el color del manto de la Virgen (que no al revés)
N. B. ¿No les ha parecido a ustedes que hoy el President Mas ha actuado como si fuera el portavoz del President Pujol?