Escrito por Luis Roca Jusmet
La aparición de Podemos y su imprevisible éxito electoral está despertando todo tipo de reacciones en el mundo mediático e institucional. La fundamental es el miedo. Miedo de la derecha ( las reacciones del PP son esperpénticas) y miedo de la izquierda. Del PSOE y de IU.
Como me considero de izquierdas y me muevo en este proyecto político voy a comenzar analizando la situación de estos partidos y porqué tienen miedo a Podemos. Para ello hemos de entender que estamos en este país al final de una etapa. Se ha acabado la etapa política diseñada en la Transición. Este diseño corrió a cargo básicamente del sector reformista del franquismo y de la oposición antifranquista. Las figuras clave del franquismo fueron Adolfo Suárez y el Rey Juan Carlos I. Ambos apostaron por una transición del franquismo hacia una monarquía parlamentaria. ¿ Por qué ? Por la presión internacional, por la propia división de las familias franquistas y por la fuerte movilización antifranquista existente en el país. Era más inteligente un cambio de formas para mantener el poder.
Después de una idealización ideológica muy fuerte de la Transición en los últimos años esta se ha entendido de manera mucho más crítica.
¿ Porqué pactó la oposición antifranquista ? La oposición antifranquista estaba controlada por el PCE y liderada por Santiago Carrillo. Únicamente en Euskadi ( El País Vasco y Navarro) el movimiento antifranquista estaba al margen del control del PCE. No solo por el nacionalismo agresivo de ETA y los sectores que le apoyaban sino también porque el propio movimiento obrero y estudiantil era mucho más heterogéneo y tenían mucho peso partidos de la extrema izquierda. No pasaba lo mismo en Cataluña, donde el PSUC era hegemónico. Dominaban CCOO y a través de él, en parte, el movimiento obrero. No sin fisuras, no sin críticas.pero manteniendo un férreo control. Carrillo había pasado de la propuesta delirante de la Huelga General a una posición muy pragmática y posibilista. Había, por supuesto, miedo justificado a un golpe de Estado. Pero seguramente Carrillo cedió demasiado. Es discutible. Los Pactos de la Moncloa, en un contexto muy duro para los trabajadores, fue el precio que éstos pagaron para facilitar la Transición.
Salió lo que salió. Un Estado de Derecho parlamentario, con un Rey que no gobierna pero reina, porque es Jefe de Estado y una Constitución relativamente progresista. Digo relativamente porque en él se colaban aspectos no democráticos, como la Monarquía y la Unidad de España garantizada por el Ejército. Lo que se desarrolló a partir de esta Constitución fue bastante pobre. La responsabilidad es del PSOE y del PP , básicamente. Colaboraron, por supuesto, otros partidos, sobre todo CiU en Cataluña.
Analizar el papel del PSOE en todo el proceso es complejo. El PSOE, partido testimonial en el franquismo, se enriqueció con aportaciones interesantes. Por ejemplo en el País Vasco, con luchadores que provenían de Euskadi Esquerra o del PC de Euskadi En Cataluña con el PSC ( Congrès) y el PSC ( Reagrupament), partidos renovadores de una socialdemocracia autogestionaria. En Madrid con el Partido Socialista de Joaquín Leguina o el PSP de Tierno Galván. La dirección corrió a cargo de jóvenes dirigentes que querían renovar el viejo aparato del PSOE, como Felipe Gonzalez. Estos dirigentes hicieron algunas cosas bien, como modernizar el país en una línea socialdemocrática : educación y sanidad pública, básicamente. Pero se llenaron de arribistas, pactaron con el poder caciquil imperante en el país, privatizaron empresas públicas fundamentales y otras muchas lindezas. El PP, por supuesto, reforzó lo peor. La cuestión es que entre unos y otros ( y unos más y otros menos) son responsables del desastre actual de este país. Y también de que no se desarrollaran los aspectos más sociales de la constitución. Y de unos mecanismos democráticos muy limitados y distorsionados. Y que España acabara siendo una oligarquía económica y burocrática con elementos democráticos.
Ante la crisis de la gestión de la crisis por la derecha del PP, el PSOE no es una alternativa creíble.. Le faltan líderes y le faltan sobre todo ideas y voluntad política transformadora. El nuevo secretario general del PSOE todavía empeora las cosas. Parece que serán los jóvenes delfines de los anteriores dirigentes del PSOE los que hoy lo gobernarán. Mi previsión es que el PSOE será por mucho tiempo un partido secundario en este país, como ha ocurrido en Portugal, en Grecia y está a punto de pasar en Francia. El PSOE tiene miedo a todo lo que se mueva a su izquierda por su propia ( y justificada) inseguridad. ¿ Cómo no van tener miedo a Podemos ? En Grecia Syriza es el referente de la izquierda.
Respecto a IU la cuestión es más complicada. El PCE fue el partido hegemónico en las últimas décadas del franquismo. Los Pactos de Santiago Carrillo le costaron caro porque fueron mucho más allá de lo razonable y en este proceso perdió credibilidad. Esto combinado con toda la caída del llamado socialismo real. La iniciativa de impulsar una Izquierda Unida era buena pero no se consiguió. Suena todavía demasiado a viejos métodos, viejas alternativas.
Podemos aparece en este contexto. Su valor es que recoge el capital político de izquierda, perdido en todo este proceso y que es capaz, además, de atraer a la política a jóvenes que de otra manera estarían en un estéril nihilismo hacia lo político. Es capaz, además, de recoger institucionalmente, movimientos sociales como los indignados, el 15-M y muchos otros. Finalmente demuestra que otra política es posible. Por todo ello pienso que los que estamos fuera de la izquierda institucionalizada hemos de participar en Podemos para que sea una alternativa democrática y progresista con voluntad de gobierno. Defendamos un Podemos en construcción. Agradezcamos a Pablo Iglesias y a los otros promotores la inicativa. No dejemos que se identifique con ellos, que es lo que quieren sus críticos.
Podemos ha ser el nuevo espacio para los que defendemos radicales, que quiere consecuente, de la democracia poder ciudadano. Y de los derechos humanos, que implica sanidad y educación pública universal, derecho a la vivienda, derechos laboral y todo lo que está perdiendo por la ofensiva neoliberal.
De todas maneras que podemos utilice la palabra Régimen para referirse al sistema político aparecido a partir de la Constitución del 78 no me parece adecuado. El Régimen era Franco y era otra cosa mucho peor.
Pero evitemos que
Podemos caiga en la trampa nacionalista. Tanto del españolismo como de los independentismos periféricos. Podemos deben representar a los ciudadanos y no a las comunidades imaginarias que son las naciones. Tampoco debe representar a una clase social pero la lucha de clases existe y son las clases dominantes las que están en contra, por sus propios intereses, de lo que
Podemos defiende. Ellos tienen el poder y no quieren soltarlo. Lo que debe defender es una sociedad al máximo de autogestionada , de ciudadanos autónomos pero solidarios.
Podemos debe defender a los ciudadanos. No es una alternativa de clase porque aunque la lucha de clases continúa existiendo el bloque dominado es muy heterogéneo y no tiene un supuesto papel histórico. El obrero industrial está llamado a trabsformar la sociedad como el profesor de instituto, el empleado del supermercado o el médico asalariado. No hay que caer en mitologías obreristas.
Podemos plantea las cosas muy bien cuando se centra en la defensa de la democracia y los derechos humanos ( que son, como decía Foucault, los derechos de los gobernados). La auténtica transformación radical sería conseguir aplicarlos de manera global y consecuente.
Ahora bien. El auténtico problema de Podemos es que es creible como oposición pero no como alternativa de gobierno. ¿ Porqué ? Porque debe elaborar un programa realista de gobierno y esto pasa hoy, sobre todo, por un programa de política económica. No para contentar a los indignados sino para hacer posible un cambio. Dicho de otra manera : ¿ Qué haría
Podemos si gobierna a nivel económico ? Pero no en un escenario ideal sino en el que actualmente existe que, como todos sabemos, es complicado.
Es posible que, como ha pasado en otros movimientos,
Podemos se divida entre posibilistas-pragmáticos y fundamentalistas. Sólo si ganan los primeros, con todos los peligros que se quiera, hay un futuro político para
Podemos. Podemos debe no es un movimiento antisistema. Los movimientos antisistema en realidad no existen más allá de las retóricas. Estamos todos, en el sistema y desde dentro hay que cambiarlo. Podemos ha de ser una alternativa de poder ciudadano, totalmente renovadora.