Escrito por Luis Roca Jusmet
Vienen las vacaciones y con ellas la dispersión. Lo cual quiere decir que no mantendré el ritmo habitual de mis publicaciones en el blog. Pero algo iré haciendo, si puedo. Si no volveré en septiembre.
Quiero agradecer el interés mostrado por mis lectores. Para un blog que habla de lo que habla, que son temas minoritarios, no está mal la media de 400 lectores por días. No quiero obsesionarme por las estadísticas pero el esfuerzo bien merece un reconocimiento. El reconocimiento es el deseo de ser valorado por los otros, que no me parece mal. Su pasión negativa es la vanidad pero el deseo de reconocimiento, que quiere decir de ser aceptado, valorado y querido m,e parece positivo. Porque nos vincula a los otros, nos hace algo dependientes, claro, peor todos dependemos de aquello que nos gratifica, sean personas, actos o cosas. La autonomía es el punto de equilibrio entre la independencia y la dependencia. La independencia es un mito moderno, muy negativo, basado en la autosuficiencia, en el no reconocimiento de la necesidad de los otros, de la deuda que tenemos con ellos. Es un sueño nietzscheano que no comparto. Pero la libertad pasa por la autonomía, por no depender absolutamente del otro.
Concluyo diciendo que estoy contento de mi blog, que es una pequeña creación personal, y del reconocimiento que le dais. De los amigos y conocidos que he ido haciendo a través de él.
Incluyo aquí, algo más elaborada, una reflexión que formulé a través de facebook. Valdría la pena replantearse lo que es la democracia. Para mí quiere decir básicamente que los ciudadanos participan en la vida política. Pero lo que podemos aprender de Sócrates, aunque estuviera en contra de los gobiernos de las mayorías, es que para que haya democracia hace falta no solamente libertad de palabra, sino también que con esta libertad se diga algo, se ejerza la crítica y se hagan propuestas alternativas..Esto significa que la democracia no es algo formal, necesita contenidos. Es decir, que si no hay ciudadanos informados y formados, con criterio, que discuten y critican entonces solo hay un simulacro, porque solamente hay masas. Y las masas, por definición, son manipuladas.
Kant defendía que hay que obedecer las leyes pero no perder nunca el derecho a criticarlas. Me encuentro ahora con lo siguiente. Por una parte con gobernantes que no respetan las leyes ( porque no están de acuerdo, dicen ). Por otra, una tendencia compulsiva a reprimir esta libertad de crítica. Algunos dicen que no hay que criticar a Mas porque se hace el juego a los enemigos de Cataluña, otros que no se puede criticar a Pablo Iglesias porque hacemos el juego a los que están torpedeando a Podemos. Hace un tiempo se hablaba de la teoría de las dos orillas y se le decía a Anguita que criticar al PSOE de Felipe Gonzalez era hacer el juego al PP.
¿ Qué democracia es esta que solo quiere gente que diga sí a unos y no a los otros, que no acepta matices, que te descalifican a la mínima crítica ? Yo diría que hay mucho autoritario disfrazado de demócrata y este es uno de los males de nuestro país. Porque lleva al dogmatismo y al sectarismo, a la dialéctica del amigo y del enemigo.
Porque si la democracia es solamente un procedimiento formal entonces aceptemos que lo más democrático es aceptar, por ejemplo la LOMCE o la llamada "ley mordaza", que aprobó democráticamente un parlamento elegido democráticamente por los ciudadanos.
La democracia es una cultura y solo se potencia aprendiendo a formarse un criterio y debatiendo con argumentos. Todo va en contra porque ni en el Parlamento se discute, todos van con el guión de la dirección de su partido. Los debates en televisión o son parciales o son cutres. Pero ya que tenemos las redes sociales como espacio de discusión no descalifiquemos, no criminalicemos. Escuchemos y argumentemos.
Dicho esto buenas vacaciones a los que las tengan ( y no sean las vacaciones permanentes de un parado, que estas no tienen gracia).