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Tiziano. Bacanal de los andrios. 1523-26 |
Discutía estos días con algunos amigos, y a propósito de ciertos artículos en prensa, sobre la licitud moral del llamado “sexo sin empatía”, esto es, sobre la práctica sexual sin vínculos emocionales ni más miramiento por el otro que los que dictan la ley, la más elemental cortesía, o la simple mecánica de los cuerpos. Es el tipo de sexo que cabe esperar en relaciones esporádicas con desconocidos, o el que se exhibe en las películas porno. Pues bien, para algunos de mis amigos este tipo de relación sexual, y siempre que sea libremente escogida, es perfectamente lícita. Mientras que para otros, el sexo sin empatía es un caso paradigmático de “sexo machista”, algo que jamás será elegido por una mujer (que no esté ya condicionada por una concepción patriarcal de la sexualidad) y que hay que rechazar tajantemente. En el extremo, algunos afirman que el sexo sin empatía puede llegar a ser una suerte de violación encubierta... De todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo
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