Esto es lo que sugiere el sardónico Voltaire en su Diccionario filosófico:
"Plutarco nos refiere que oyó decir a un tal Agnotemis, el cual a su vez lo había oído decir al rey Antígono, que Aristóteles envió una botella de agua de Nonacris, ciudad de la Arcadia; que ese agua era tan fría que mataba de repente a los que la bebían; que Antipatra envió dicha agua en un casco de pezuña de mulo y por esto llegó fresca a Babilonia, que Alejandro la bebió y que murió al cabo de seis días, víctima de continua fiebre".