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El café de Ocata
Del singular -y no singularmente acendrado- patriotismo hispano, da muestra el hecho de que en las Cortes se recuerde una sesión como "sesión patriótica". Uno, que es ingenuo, creía que sesiones patrióticas, en las Cortes, eran todas, pero no. Sólo hubo una que mereciese tal nombre. Tuvo lugar un día lluvioso: el 27 de noviembre de 1907, y se discutía sobre la necesidad de tomarse en serio la marina española o, en caso contrario, liquidarla. Maura, Moret, Canalejas y Azcárate no solamente se escucharon con atención unos a otros, sino que compitieron entre sí mostrando su patriotismo. "Conservadores, liberales, demócratas, republicanos fraternizaban en los elogios a sus caudillos y en su admiración por los discursos pronunciados", leemos en El Año Político de Fernando Soldevilla.