I¿Cómo demonios hacían los griegos para pensar en pleno verano? Quizás la famosa caverna de Pla
tón no sea una metáfora y nombre un refugio subterráneo fresquito en el que los filósofos socráticos de Atenas se refugiaban para no acalorarse dándoles vuelta y vuelta a las ideas. No se puede pensar y sudar al mismo tiempo. El sudor nos materializa de la forma más obscena.
IILeo en Alex Beard: "Tenemos que preguntarnos si estamos aprendiendo a utilizar las herramientas [tecnológicas] actuales o si son ellas las que están aprendiendo a utilizarnos a nosotros”.
III San Agustín: “Nadie es conocido por otro mejor que por sí mismo y, sin embargo, nadie se conoce tan bien a sí mismo que pueda estar seguro de su conducta de mañana”.
IVAntístenes (y esto es lo que más duele): "Los Estados caen cuando no pueden distinguir a los locos de los cuerdos". Podría traducir este aforismo de Antístenes también de esta manera: "Los Estados se desintegran cuando no son capaces de diferenciar lo alto de lo bajo".
VFirmo con Ariel el contrato de mi próximo libro. Tratará del valor del conocimiento y saldrá a principios del año que viene.
VIMe llegan las galeradas de un libro de aforismos que mi querida Isla de Siltolá publicará cuando llegue el fresco:
Este es para mí un libro muy especial, porque nació, sin que yio fuera conscientemente a buscarlo, en la penumbra de la iglesia de San Agustín, en Puebla, México, a donde había entrado para refugiarme del inclemente sol del mediodía. Durante aquellos días, todo mi horizonte esstaba concentrado en un punto: el volcán y sus columnas de humo. Horizonte y aforismo tienen la misma raíz griega: "horos" (mojón).
VIIYa les he contado que hay una mujer en París -Dios la proteja- que cree que soy Calderón de la Barca, cosa que me llena de orgullo. Ayer le envié este maravilloso soneto de nuestro inmortal poeta:
Éstas que fueron pompa y alegría
despertando al albor de la mañana,
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría.
Este matiz que al cielo desafía,
Iris listado de oro, nieve y grana,
será escarmiento de la vida humana:
¡tanto se emprende en término de un día!
A florecer las rosas madrugaron,
y para envejecerse florecieron:
cuna y sepulcro en un botón hallaron.
Tales los hombres sus fortunas vieron:
en un día nacieron y espiraron;
que pasados los siglos, horas fueron.