I Las redes sociales son fascinantes. No se puede decir lo mismo de todos los que acuden a ellas, porque hay quien las utiliza para vomitar, pero allá ellos. A su pesar, las redes sociales son fascinantes. Pueden proporcionarte, por ejemplo, argumentos para sustituir el sexo por la lectura de la
República de Platón:
ç IIO ayudarte a mantener un debate de altura sobre Ravel en Twitter en el que un importante director de orquesta se presta a dar su opinión sobre la genialidad de este hombre tan singular y diversos personas se suman al bolero dialéctico colectivo aportando argumentos tan de peso como estos:
IIIDe la maestría de Echenoz pasamos a la maestrís de Jankélévitch que ha dejado dos ejemplos magníficos de la misma en sendas biografías de Ravel y Bergson:
Y así llegamos a esta escultura cinética, titulada "Henri Bergson, filósofo", del artista suizo Jean Tinguely, que es una de las varias que le dedicó al pensador francés.
IVTodo comenzó con una cita de Pierre Le Coz: “L’angoisse me murmure ce message: ‘Tu n’as que deux solutions mais choisis la troisième’”. Y su desarrollo vuelve a demostrar que las nuevas tecnologías no son más que prótesis amtropológicas, que aplifican lo que ya somos... en cada uno de nuestros momentos del día. Porque también hay momentos que dedico a la trivialidasd, pero de esos prefiero no hablar, para que el apunte me salga redondo.