Escrito por Luis Roca Jusmet
Es esta la generación más potente de todas las del siglo. Podemos considerar como iniciador a Louis Althusser (1918), ya que está en el límite de la anterior e influirá en miembros de esta generación. Althusser estará influido por el estructuralismo (Levi-Strauss) y planteará una relectura de Maquiavelo y Spinoza y, sobre todo, de Marx. Será un marxismo muy diferente del defendido en la generación anterior por Sartre y Merleau Ponty. incidirá directamente en uno de los que serán los grandes de esta generación, que es Michel Foucault (1926). Foucault recibirá diversas influencias de la generación anterior: Canguilhem, Hypolite, Blanchot, Bataille ( y a través de estos últimos la de Nietzsche). Será un filósofo muy original y sus conceptualizaciones ( incluidas las políticas) abrirán nuevos horizontes al pensamiento. Tendrá afinidad ( y diferencias ) con Gilles Deleuze (1925), al que podemos considerar igualmente importante y singular. Deleuze compartirá con Foucault la impronta de Nietzsche y con Althusser la de Spinoza. Parte de sus trabajos los comparte con el psiconalista Félix Guattari (1930). El tercero de la trilogía más destacada será Jacques Derrida (1930), igualmente iconoclasta. Tuvo de profesores a Althusser y a Canguilhem, aunque el filósofo que más le inlfuenció será Martin Heidegger.
Otro grupo importante fue el que se aglutinó alrededor de la revista "Socialismo o barbarie". Por una parte Cornelius Castoriadis (1922) y Claude Lefort (1924) que desarrollaron trabajos fundamentales de una filosofía política de izquierda radical crítica con Marx. Lefort incorporó, al igual que Althusser, a Maquiavelo como un pensador político a recuperar desde una teoría democrática radical. Finalmente Jean-François Lyotard (1921), que será el teórico de la postmodernidad.
Finalmente hay otros filósofos que, fuera del compromiso político y de proyectos menos revolucionarios vale la pena destacar. Por una parte Marcel Conche (1922), preocupado por cuestiones éticas y de filosofía de la naturaleza. Michel Serres (1930) como un peculiar historiador de la ciencia y la técnica. François Chatelet (1930) como un riguroso historiador de la filosofía. Pierre Aubenque (1930), del que destacan sus trabajos sobre filosofía antigua, especialmente de Aristóteles.
Un filósofo que me parece fundamental es Pierre Hadot (1922) que planteará una defensa de la filosofía como forma de vida. Será un gran estudioso de la filosofía antigua ( sobre todo la alejandrinoromano) y acabará influyendo en el último Michel Foucault.
El contexto continental es el de una Alemania que tendrá generacionalmente menos influencia. Pero hay que destacar a Jürgen Habermas ( 1929), segunda generación de la Escuela de Frankfurt; Karl-Otto Apel (1922) una excepción en cuanto que incorpora a la filosofía alemana la filosofía analítica; y Hans Blumenberg (1920), situado de manera heterodoxa en la tradición neokantiana. En la filosofía italiana destacan Giorgio Colli (1917), el definitivo recopilador de la obra de Nietzsche, junto a Mazzimo Montinari (1929) y filósofo muy original, y Emmanuel Severino (1927), autor de una obra metafísica muy sugerente.
En España podemos destacar a Manuel Sacristán (1922) en la tradición marxista; a Emilio LLedó (1927) en una línea de actualización de la filosofía antigua; a Gustavo Bueno (1924) procedente del marxismo pero que derivará hacia un sistema filosófico propio. Pero sobre todo, el genial e inclasificable Agustín García Calvo (1926).
Esta es, además, la generación que más me ha inspirado en mi formación filosófica. Mi iniciación filosófica casi fue a través del "Sermón del ser y del no-ser" de Agustín García Calvo. Luego, no hace mucho, "Registros y recuerdos". En medio múltiples escritos de alguien con el que sin coincidir en nada es un estímulo intelectual y vital. En mi primera juventud leí a Althusser y su marxismo dogmático, antihumanismo me sedujo. No duró demasiado y al final me conmoví con la lectura de su trágica autobiografía : "El porvenir es largo".
Michel Foucault me resultó fascinante a través de las clases de Miguel Morey en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona. Luego, décadas más tarde volví a él conjuntamente con Pierre Hadot. De estas lecturas y reflexiones surgió mi libro "Ejercicios espirituales para materialistas. El diálogo (im)posible entre Pierre Hadot y Michel Foucault. La relación con Gilles Deleuze ( al que también me introdujo Morey en el mismo curso) es más paradójica. No puedo con el Anti-Edipo ( quizás por mi marca lacaniana). Y con sus libros más personales tampoco soy capaz de entrar. Pero su concepción de la filosofía y su lectura de Spinoza ( mi auténtico maestro) me han interesado mucho.
A Cornelius Castoriadis y Claude Lefort los he trabajado bastante. He escrito capítulos sobre ambos en libros editados. Y en mi libro "Redes y obstáculos" me dediqué bastante a fondo al concepto de imaginario radical de Castoriadis.
Finalmente quiero citar a Colli y a Severino, como dos filósofos que me resultaron, en su momento, muy sugerentes.