Personalmente, tengo una visión muy diferente al resto de gente creyente que he podido conocer hasta ahora sobre este tema. Todos defendemos respuestas ante La Pregunta con argumentaciones miopes, que no van más allá: “no existe porque no puedo verlo” o bien “sí existe pero, debes tener fé para creer”.
Soy una persona creyente, pero todavía no me considero de ninguna religión. No soy atea, creo que somos parte de algo más grande, admiro aspectos de la religión cristiana, budista y la musulmana, y todavía quiero saber más y conocer más de ellas. Mis padres y mi familia nunca me han adoctrinado en ninguna religión, todo lo que sé lo he descubierto por interés propio. Desde la ignorancia, nunca.
Creo que nuestro gran problema ante La Pregunta, es que apoyamos nuestra opinión desde donde nuestro propio saber alcanza, lo que podemos llamar también saber ordinario o directo. Es, desde mi punto de vista, un saber bastante ignorante, ya que, consiste en la formulación de una respuesta basada en nuestro propio saber general.
Lo cierto es que, hasta hoy, tenía una concepción de Dios igual que todas las personas, creyentes y no creyentes. Alguien que controla desde ahí arriba esperando que oportunidades tiene para castigar. Es hoy cuando me replanteo ese Dios. Hoy porque precisamente, en la clase de filosofía, el profesor nos ha hecho la pregunta: ¿Por qué Dios quiso crear el Universo? ¿Por qué en un momento en concreto decidió crearlo y crear unos seres y unos planetas? Me partió en dos mitades. Sin embargo, he observado que todas las veces presentada esta cuestión, la de la existencia de Dios, se formula una respuesta a partir de un Dios como figura humana. Todos atribuimos la figura de Dios como humana. ¿Por qué es nuestra interpretación como tal? Porque ¿El humano es la única evidencia física que tenemos como referente a máxima inteligencia existente? Por consiguiente, ¿No estaríamos descartando entonces la existencia de Dios desde el saber ordinario? Atribuir la figura de Dios como humana nos hace cuestionar continúa y automáticamente El Por Qué, y atribuimos actitudes humanas a algo no humano, que supuestamente hace posible cosas que un humano no puede hacer.
A menudo, y también a lo largo de la historia, han salido a la luz intentos de arrebato contra la existencia de Dios, en la religión cristiana, utilizando la Biblia como arma, analizando cada Evangelio (son los “capítulos” de la Biblia), remarcando cada partícula incoherente, cada elemento irracional, para concluir la Biblia como una mentira, ya que los hechos que se relatan no son posibles en la realidad. Visto de ese modo, la Biblia es un embuste, ¡Claro que sí! Aunque las personas que han utilizado este recurso para evidenciar la existencia de Dios nunca encontraran respuesta de este modo, ya que parece que la Biblia no esta escrita en sentido literal. Cada página y tomo de la Biblia es un cúmulo de metáforas. Así que no, no es una realidad que un espíritu fecunde a una mujer y esta dé a luz conservando su virginidad.
Entonces, volviendo a antes, y debido a esto, es muy fácil que todos nos impulsemos a relacionar la actitud y figura de Dios con la humana, porque es como lo presentan todos los manuscritos eclesiásticos.
Dios no es un “castigador” ni un “premiador”, es el misterio de la vida, la naturaleza, el Universo y su infinidad, el “por qué” estamos aquí, las cosas maravillosas que conocemos y las maravillas escondidas en el Universo que aún no hemos descubierto, una fuerza… Podríamos interpretar el mismo Big Bang como Dios. Stephen Hawkings afirma que Dios no existe porque el Universo puede crearse de la nada, ¿Podríamos interpretar ese vacío que ha dado paso a la creación como Dios? Como he dicho antes, no es una figura humana. Un Dios no es una persona, pues, ¿Por qué castiga a los humanos por pecar? ¿Está enfadado? ¿Por qué los premia cuando hacen buenas acciones? ¿Está contento? “Si Dios existiera no habría guerras ni hambre” dicen muchos ¿…Debe estar enfadado un Dios por eso? ¿Tiene sentimientos un Dios?
Es evidente que una fuerza superior ha creado el Universo, pero no tiene por qué estar creado con ningún propósito, como nos hizo plantearnos nuestro profesor.
Un Dios no tiene voluntad, porque no es una figura humana.