Los cánones de belleza han ido variando con el paso del tiempo. En la Prehistoria una mujer rellenita con grandes atributos sexuales era el ideal canónico de la época, en la etapa del Barroco, también predominaba un modelo femenino más voluminoso que el de la actualidad.
Es a partir del siglo XX –en los años 20 aproximadamente- cuando encontramos grandes cambios en la estética femenina: Coco Channel obtiene una gran influencia en la moda, y cuando dice que una mujer debe de ser morena y delgada, todas le hacen caso. Por otro lado, con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad femenina vuelve a sufrir cambios en su aspecto físico y vuelve a cambiar la moda y a incorporarse nuevas prendas de ropa.
Encontramos cambios ‘evolutivos’ semejantes al largo de la existencia de la Tierra, pero, ¿qué es bello y qué no lo es? ¿Hay normas que nos aclaren esta cuestión? ¿Por qué nos reímos de otras personas cuando no las consideramos atractivas?
En primer lugar, pienso que la belleza es un concepto completamente subjetivo. Dos personas pueden estar mirando a una tercera o a un objeto, y tener dos opiniones completamente contrarias. Esto, en mi opinión, sucede porque la belleza va ligada a nuestros sentimientos. Me basaré en el siguiente ejemplo: observas a alguien por la calle que no conoces absolutamente de nada. Esta persona, no te atrae lo más mínimo. Sin embargo, llega un día en el que por casualidad, es amigo/a de tu mejor amigo y te lo/a presenta. Habláis un rato, y resulta que es una persona estupenda. Poco a poco, a medida que conoces a la persona, te va pareciendo más atractiva. Incluso, empiezas a sentir por ella sentimientos que van más allá de una amistad. Entonces, te parece la persona más atractiva del mundo. ¿Por qué? La respuesta la he dado al principio de este párrafo: porque a medida que nuestro cariño por alguien crece, su físico nos deja de parecer desagradable. Obviamente no siempre es así, e incluso se puede dar el caso contrario: alguien a simple vista te puede parecer muy atractivo pero a raíz de conocerlo, dejar de parecerte guapo/a.
También pienso que no hay normas que regulen este concepto. Es algo muy personal que no debería de ser motivo de burla. A mí me parece todo lo contrario: es divertido –en el buen sentido de la palabra- y curioso como los sentimientos pueden interferir y hacer cambiar radicalmente la visión que tenemos de una persona. Vivimos en un país –supuestamente– libre, por lo tanto, la libertad de expresión debería de ser respetada. Pero profundizando un poco en el asunto, nos encontramos con una situación alarmante: las tecnologías nos absorben y la publicidad nos engaña. Yo no me creo que una mujer aparentemente adulta – pero que en realidad no lo es – anuncie cremas anti celulíticas para las mujeres. Las modelos patrocinan productos simulando una rutina muy conseguida: despertarse peinadas, comer un buen desayuno, salir a correr, ir al trabajo… Pero todo eso, es mentira. Todas esas mujeres están atrapadas en la dictadura de la moda y siguen una dieta muy estricta. Lo preocupante de la situación, es que todas las jóvenes y no tan jóvenes darían lo que fuera por conseguir ser como ellas.
Pero hace tiempo que llegué a la conclusión – después de una larga lucha interna por no caer en las redes de la moda – de que ser diferente no es nada malo. No me creo que a todos nos gusten las mismas cosas. Lo que pasa es que el ser humano es muy manipulable, y los grandes empresarios lo saben y juegan con eso en sus anuncios para que vayamos corriendo a las tiendas a comprar sus productos.
Lo importante es ser siempre uno mismo pese a quien le pese, respetar a los demás y jamás creerse superior o inferior por nuestros gustos. Por lo tanto, pienso que la belleza es subjetiva y no reside en las personas o objetos, se encuentra en los ojos que observan.