La tecnología se ha vuelto un elemento constante en nuestra cultura, incluso nos costaría imaginar una vida sin ella. Claro está que la tecnología ha ayudado al ser humano en todas sus facetas, pero, ¿hasta que punto deja de ser útil y se convierte en un lastre? Tecnología en nuestra era es sinónimo de sociedad, ya que ambas palabras van muy vinculadas.
No es difícil salir a la calle y ver los lugares donde antiguamente los niños jugaban y forjaban su infancia infestados de personas las cuales su vision se reduce a un rectángulo y un par de teclas.
Lo preocupante de esta situación no es el completo aislamiento de las nuevas generaciones (que también es un factor a tener en cuenta) si no, la ausencia de realidad que solemos sufrir a diario.
La televisión día a día nos bombardea con noticias de asesinatos, secuestros y actos llenos de vileza, tanto es así que hemos llegado a no inmutarnos por verlos e incluso no sentir compasión y mostrar desinterés.
Otro gran punto a mostrar es la ausencia de información o la unifacialidad que muestran los medios, ya que todas las noticias son vistas desde solo un punto de vista cosa que hace influir en nuestra manera de pensar sobre dicha noticia.
Podríamos decir pues que cuanto mas avanza la tecnología menos avanzamos nosotros ya que como dijo Rousseau el progreso nos aleja poco a poco de nuestro estado primitivo y nuestras facultades.
En conclusión según mi punto de vista, habría que replantearse la aplicación y el uso de la tecnología en nuestro uso diario.