Todos somos conscientes que hay dos tipos de sexo, el masculino y el femenino (sin entrar en el tema intersexualidad), pero el sexo no define quien eres, tan solo define los órganos sexuales que desarrollas. Pero la tradición hace que muchas veces olvidemos que estos dos conceptos sexo (macho o hembra) e identidad sexual (chico o chica) no tienen porque ir necesariamente unidos. Es tan simple de entender como meter a gente en una habitación, quizás habrá personas que se sientan a gusto en ese ambiente y no tengan la necesidad de salir, porque realmente les hace feliz vivir en esa habitación, pero si de lo contrario, a esas personas esa habitación les resulta una experiencia traumática, y les hace sentirse mal, hasta el punto de hacerles infelices, por mucho que les cierres la puerta, no les vas a quitar las ganas de salir. Y creo que es algo de lo que mucha gente debería concienciar-se, pues vivir en un cuerpo con el cual no te sientes identificado, es similar a la sensación de estar encerrado. Lo cual es triste pensar que por no intentar empatizar, o por cuestiones religiosas te sirva de escusa para desearle tal mal a alguien. Si quieres observar el paisaje perfecto, observa el reflejo de tu espejo, lo natural es que te quieras, si lo que ves no te gusta, tu eres el único que tiene derecho a juzgarte y a decidir cambiar, nadie puede negar quien eres o como te sientes pues solo tú eres dueño de tu cuerpo, y solo tú vas a vivir tu vida. Asique si alguna vez hemos juzgado a alguien antes de hacerlo parémonos a pensar-lo dos veces, pues si por ser como són son juzgados, serán doblemente juzgados por ser hipócritas y ocultar quienes realmente son.