Empecé a estudiar Filosofía en la UNED hace 3 años. Me gustaba la Filosofía y quería profundizar en ella, y si era con una ruta de aprendizaje, con apoyo y con la obtención de un título que se adaptara a mi ritmo (trabajo, casa, pareja, mascotas, amigos, aficiones…) mejor que mejor.
Hace un tiempo alguien (con muchos años de filosofía a sus espaldas) me preguntó “¿Por qué estudias Filosofía?“, iba a responderle en el acto cuando empecé a pensar un poco en mi discurso, a dudar sobre mi típica explicación de estos estudios tan alejados de la moderna epidemia de productividad laboral capitalista de la que la clase media tenemos que hacer gala y conseguir méritos para nuestro propio INRI, y cuando me dí cuenta llevaba como medio minuto callado, y tuve que responderle “No estoy seguro“.
Una cosa es leer filosofía, otra es filosofar, y otra estudiar filosofía. Cuando me realizaron esa pregunta comencé a reflexionar sobre mi experiencia con el estudio de la Filosofía, que en mi caso es a través de la UNED, y en ese momento me di cuenta de que mi propia experiencia solo me daba potentes réplicas a ese discurso sobre lo bonito de estudiar filosofía.
No me voy a andar con rodeos, os traspaso algunas de las contradicciones que me hicieron pensar:
- Suelo criticar la titulitis de este país ¿por qué me veo esforzándome en un título cuando lo que me interesa es el contenido de la carrera, algo que puedo adquirir por mis propios medios?
- ¿Hasta que punto un estudio forzado de otros pensamientos puede distraer mi propio pensamiento y hasta que punto puede inspirarlo?
- Al final ¿No he acabado estudiando con embudo para vomitar conocimiento en un examen y luego olvidarlo, en vez de aprenderlo naturalmente y elegir las lecciones que me van a acompañar siempre por su utilidad?
- ¿Es más útil filosofar o estudiar filosofía?
- Veo un problema el encarcelamiento académico de la filosofía ¿Donde queda la práctica filosófica entre tanto libro y fotocopia?
- ¿Quiero apoyar que “Filosofía” sea sinónimo de tochos y exámenes o de reflexión y librepensamiento?
Igualmente os enumero algunas de las cosas que no me gustan de la UNED, y de su planteamiento del estudio:
- Burocracia lenta, hasta 2 meses para saber la nota de un examen o para saber si ha llegado bien el pago de la matrícula, por supuesto búscate la vida tu mismo para saber todo esto.
- Abandono, nadie contacta contigo, en todo caso puedes utilizar esa tecnología de los 90 llamada FORO.
- Despiporre de profesores. Uno te corrige los trabajos, otro te responde en el foro, y luego te corrige el examen otro profesor con el que nunca has hablado y que tiene un criterio diferente a los otros dos profesores. Alguna que he conseguido hablar con alguno me ha criticado más rato a otros profesores, sus becas y sus cátedras, que responderme las dudas.
- Plan de estudio. Te mandan un plan de estudio a ojímetro (cada semana un tema, por ejemplo) que luego tu puedes adaptarte a lo que es una vida real de verdad. Básicamente el plan de estudio es tragarte unos tochos, entenderlos por tu cuenta, y luego escribirlos en un examen.
- Volumen de estudio. Olvídate de ir a curso por año si no vives en casa de tus padres y haces algo en tu vida.
Aquí van otras concretas del estudio de Filosofía en la UNED:
Y algunas de las cosas que sí que me gustan de estudiar filosofía en la UNED:
- Material didáctico utilizado mayoritariamente es muy bueno.
- Te mantiene en un estudio activo y constante con el que aprendes más que con un ritmo propio.
- Coste.
- Han planteado el primer curso para que si no te gusta el grado o sus salidas puedas irte cómodamente a otro.
Cierto es que parece que rezumo pesimismo con este post, y eso que lo escribo en frío, pero el trasfondo real son las ganas de cambio. Igual que algunos políticos son los que ensucian el nombre y la utilidad de la política, parece que quienes hacen pervivir la Filosofía hoy en día la alejan de lo que debería ser, y ha sido siempre; una escuela de vida, libertad, reflexión y espíritu crítico.
Hacen que la Filosofía siga encerrada en su torre de marfil.
En lo que respecta a mí, un estudiante más y una opinión como otra cualquiera, a pesar de todo ahí sigo, en la carrera, que pese a ser muy contraria a lo que pienso que debería ser la Filosofía y la educación, y representar muchas ideas con las que soy contrario, todavía no me han empujado del todo a salir, y es que, finalmente, si uno trabaja con cosas que le gustan, los medios y las condiciones parecen pasar a un segundo plano.