Hoy empieza la P.A.U. en Castilla y León, así que se estará disparando el consumo de café y estimulantes en la comunidad, que irá de la mano de las valerianas y demás estrategias varias para la tranquilidad. Dominio sobre las mentes y los cuerpos: ahora quiero estar despierto y con la suficiente tensión para el estudio, ahora quiero relajarme antes del examen. Viéndolo desde fuera resulta sencillo denostar esa suerte de tortura a la que se someten los estudiantes antes de los exámenes. Pasarlo en carne propia es otra cosa. Por qué no tomarnos el asunto con un poco de filosofía: menos Red Bull y más Nietzsche. Ahí van cinco ideas del alemán que bien podrían aplicarse a la P.A.U.
- Lo que no te mata te hace más fuerte: seguramente una de sus sentencias más populares, perfectamente aplicable a la prueba. Tras sufrir los dichosos exámenes, una gran mayoría saldrá fortalecida, respaldada por la confianza de ver el aprobado de turno.
- Yo soy el que tiene que superarse a sí mismo: hay una competencia insana sobre la temida nota de corte. Consiste en mirar permanentemente al “enemigo”, al “oponente”, a ese otro alumno que quiere estudiar lo mismo que tú. Mejor que eso: asume que tú eres tu propio “enemigo”, quien se pone límites a sí mismo, y trata de volcarte en cada examen.
- El eterno retorno: la P.A.U. es la misma que fue y será. Es como un “torbellino” académico que sopla tres días cada año. Arrastra consigo los miedos, los sueños y el trabajo de cada generación que termina el bachillerato.
- Una de las citas del Zaratustra, que precisamente es lectura obligatoria para la prueba de filosofía, nos recuerda que la vida es juego. También lo es, a su modo, la P.A.U., un arriesgarse a dejar esto y aquello sin estudiar, un jugar a ver qué tal me sale la quiniela de cada examen. Un jugar que llevado a sus últimas consecuencias nos debería llevar a la inocencia del niño y a afrontar la prueba quitándole el dramatismo y trascendencia que a menudo acompaña a la maldita prueba. En otras palabras: hay vida, y más juego, más allá de la P.A.U.
- A vivir y a bailar: bien sabido es que para Nietzsche la vida sin música sería un error, y que sólo creería en un dios que supiera bailar. Eso es precisamente lo que toca una vez terminada la P.A.U.: la música y el baile. Todo un verano para olvidarse de la prueba y disfrutar de la vida frente a tres días de nervios y esfuerzo. Vamos, que no hay color…