"Y añadiré que, aunque sólo la muerte podría poner fin a su sufrimiento , no se atreve a buscar refugio en ella, sino que prolonga su miserable existencia por miedo injustificado de ofender a su Hacedor ejercitando un poder que ese Ser benevolente ha puesto en sus manos. (...) Quienes se han visto obligados por las calamidades de la vida a la necesidad de recurrir al empleo de este