Según J.Oteiza habrían 4 tipos de hombres hasta el final del arte o la desaparición de este. El hombre primitivo, ancestral, religioso , aquel que establece una relación con el arte vinculado a la naturaleza . El hombre agricultor de la tierra, el que labra, ara, siembra, observa y se relaciona de manera elemental con esta producción agrícola. El hombre religioso de la edad media y más allá que ve en la trascendencia la posibilidad de encontrar el arte de una metafísica sagrada, sacra en contraste con el espacio profano. El hombre de la esperanza que después de la Gran Guerra de 1914 piensa en la posibilidad de generar de nuevo una idea del arte liberador, transcendente, pero que su proyecto fracasa y se desvanece el arte como posibilidad de ser y estar.
Precisamente el arte no es el que cambia nada absolutamente sinó el hombre artista lo que hace a lo largo de su creación , su vida , su lenguaje es transformarse a si mismo, Este hombre transformado por el arte quien puede des de la vida misma cambiar la realidad.
Oteiza en su última época después de trabajar con todo tipo de materiales como hierro, aluminio, alabastro, cemento, madera, acero, ...y de viajar a la zona de Sud América para encontrar en el arte precolombino ese arte original del hombre vinculado a la tierra, al cielo -como numerosas de sus obras invirtiendo el sentido habitual miran hacia arriba - convirtiendo su obra artística en un laboratorio experimental de materiales e ideas con el arte y su filosofía. Contrasta sus numerosos proyectos cuestionados como uno propuesto para Guipúzcua donde se va construyendo poco a poco una idea sobre la relación entre espacio y tiempo . En su escultura el concepto de vacío va introduciendo un ejercicio de geometría y de juego con las formas para encontrar la idea de vaciar el vacío , de romper con la concepción de un espacio acotado y delimitado que el arte no debería de poseer nunca.
A partir de su diálogo con Heidegger donde conecta con su metafísica del ser , un ser que és el resultado de la fórmula matemática entre realismo, idealismo , vitalidad y la exclusión de los valores como algo que parece que deben estar como incluidos para ese ser mismo del arte cuando son presentes en el mismo resultado de la práctica de dar cabida a cada aspecto en la construcción del arte mismo. Sin embargo Oteiza objetará a Heidegger el olvido de la transcendencia , de la sacralidad, de la religiosidad del ser dentro del arte. Por eso Oteiza acaba sus días simplemente trabajando desde la hoja en blanco como esa espacialidad vacía que presenta la posibilidad de este ser del arte mismo. Su poesia permite entender esta relación con Cezanne entre otros ..
En Barcelona la exposición de La Pedrera permite contemplar este trabajo de Jorge Oteiza y gozar de sus palabras, su obra y su ser.