La sensación de kaos perdura en esta sociedad . La regularización de las normas , de las leyes, de los controles , de las gestiones parece que dirige al colectivo social hacia el orden deseado. Cada vez más se piden instrucciones, pautas, regulaciones, diseños, patrones, guías, monitorizaciones, coachs .terapias , diagnosis, ... Es precisamente esto lo que va conduciendo individualmente a una incapacidad cada vez mayor de la "emancipación" del individuo . Las dependencias han generado y están generando un individuo sometido a un espacio y un tiempo no propio, impuesto, ajeno a su realización y a la configuración de la identidad . Hemos dejado de ser libres , hemos renunciado a una autonomía y capacidad de decisión propia para realizar nuestras vidas.Dejar de ser dueño de la vida propia significa situarse en un espacio de immediatez areflexivo, inconsciente y distante de la identidad.
El consumo , como elemento clave de la economía , ha sido capaz de devorarnos enteramente para conseguir una alienación , ya vaticinada por el marxismo, de vivir para comprar, para vender, para producir . No somos dueños de nuestras vidas.No faltan argumentos a favor de una vida laboral sana y perdurable en el tiempo que obligan cada vez más , a una realización social, únicamente distribuida y dirigida para ese el Bien social, promovido y propuesto, por el mundo productivo , sea público o privado La jubilación, como el final de una etapa laboral , utiliza argumentos exclusivamente económicos, para revistir las razones del Mercado/ Estado , con la intención de querer convertir la vida humana en una vida para el trabajo .
Nunca se había dado mejor la consigna que el nazismo utilizó en su momento " el trabajo libera" (Arbeit mach frei) . La jornada laboral se ha convertido en una jornada personal , no hay ningún limite para enviar extras como correos , hacer llamadas, trabajar más de 10 horas seguidas, incluir el trabajo de fin de semana, recurrir al pluriempleo de trabajos esporádicos, .... El trabajador se autoexplota a si mismo, se convierte así en dueño y esclavo de su trabajo , sintiéndose culpable de su trabajo puesto que nunca será del todo satisfecho, nunca del todo realizado. Por eso la sensación de kaos se produce más que nunca , porqué en el kaos no hay responsabilidades. Si existe un kaos , un desorden , fruto del terrorismo y la violencia gestada por los elementos metereológicos ajenos a las circumstancias , queda justificada la intervención de más medidas burocráticas . Es ni más ni menos que la técnica del "corta fuegos", del antivirus estatal que persigue quien actua más allá de la disciplina de Foucault con la autorepresión personal de la ciudadanía. El ciudadano se le calla fácilmente con el miedo a la pérdida de su trabajo, de sus condiciones, con la crisis que se le avecina, con la falta de futuro . Por otra parte hoy más que nunca las emociones se utilizan en beneficio de publicitar el sistema imperante. El marqueting publicitario se dirige al individuo para que se sienta emocionalmente válidado, exitoso. Ese control de lo emocional genera ventas y genera un adoctrinamiento a lo BIG BROTHER , permitiendo que el capital triunfe. En un mundo donde la corrupción , la estafa, la justificación de la violencia como arma de guerra, la indiferencia de los ajenos a nosotros, entendidos como extraños o extranjeros ( de ahí viene la palabra) : todo esta permitido. En esta realidad más que nunca se impone la ley , como derecho de unos pocos que vigilan, castigan, controlan y someten . Un lugar donde no hay ninguna ejemplaridad social de la clase política y menos de quienes representan las instituciones religiosas y económicas. No hay escrúpulos en una pobreza que energéticamente cada día se vuelve más pobre. Un poder económico bajo la sospecha de mentirosa e infame y irreverente contra los estos ninguneados por la clase poderosa . El sistema hace aguas y el barco que lleva tiempo hundiéndose no tiene puerto alguno donde refugiarse. El mundo laboral se ha convertido junto al mundo de la frivolidad del espectáculo ( toros, futbol, programas basura, ) en una única salida a la depresión, la ansiedad, las patologias mentales. No hay salida frente a un proceso politico que no quiere dar una respuesta, no propone nada para resolver, para solucionar los callejones sin salida .
J. Ranciere habla de un populismo que vigilado desde la red social de facebook, twitter, instagram, correos, xats, etc ... lo único que está promoviendo es la falta de posibilidad d alternativa alguna . Sorprende que el civismo convertido en una moralina desde hace tiempo sin razones humanas sea convertido en una respuesta programada , dirigida neurocientificamente a un mundo tecnológicamente carente de emociones libres, de sentimientos libres, de vida libre. El rosario de la nueva era se llama móvil , convirtiéndose así en un mecanismo de incomunicación i de individuación social donde no hay almas pensantes sólo cuerpos ausentes. La era zombie permite que millones de cuerpos queden cada día atrapados en este caos popular , del like , del corazón , del emoticón , de una virtualidad convertida en una falta de relación real.
"El mundo se vuelve banal e indulgente con todos y todas , así la negligencia ofrece esa fórmula perfecta para dejar de ser responsables ante la falta de limites (no de normas o leyes) , no hay voluntad de querer ver los defectos propios , no hay voluntad de querer entender que la idolatría política y personal no hace consciente de los problemas reales , y eso precisamente es una forma de abandono .
Una sociedad narcicista, una sociedad autocomplaciente, una sociedad autonjustificada, no sólo es una sociedad abandona a un azar sin más sino acabará siendo un punto negro en el vacío.
¿Y los hijos qué ? El mundo que les espera no resulta fácil . Nadie pregunta a sus no hijos por si quieren nacer .. Imaginando una nada infinita con átomos en suspensión, si tuvieran un minuto de conciencia , puede que dirían que si , porque más vale una vida breve y kaotica que un largo aburrimiento en la eternidad del no-ser. Una vida limitada , dura, difícil, llena de sufrimiento no deja de ser una vida que ha sido vivida en medio de la nada. No hay pues egoísmo en los hijos e hijas que mimados llevamos al mundo , aunque esté claro que no deja de ser eso de tenerlos un crédito afectivo para la vejez y la continuidad genética personal . Este acto innecesario para el planeta no pide permiso al mundo. Es un contrato sin haberse leído el mismo. Por eso cuando nos hacemos mayores descubres la letra pequeña del contrato y te enciendes, te desesperas o te alegras ...
En este kaos social el individualismo nos configura como seres dirigidos cada vez mas hacia un espacio y tiempo secuestrados por la maquinaria de políticos y economistas. El Estado convierte así la vida en una necesidad de ser indulgentes con nosotros mismo como única posibilidad frente a tanta absurdidad y sin sentido.