[web.archive.org] TODAS SOMOS LISÍSTRATA (*) LISISTRATA: Nosotras en la guerra anterior nos callamos. Por nuestra buena educación, todo lo que hacían lo aguantábamos, no nos dejaban ni gruñir, pero no nos gustaba. Intensificaban la guerra y les preguntábamos con buena educación: ¿Qué es lo último sobre la guerra? ¿Qué cosas decretaron en la Asamblea de hoy? ¿Qué hay de la tregua? ¿Y a ti qué?, decía el marido. ¿No vas a callarte? Y yo me callaba. CLEÓNICA: Pues yo nunca me callaba COMISARIO: Y te pegaba. LISISTRATA: Por eso yo me callaba. Pero nos enterábamos de decisiones cada vez peores. Y entonces preguntábamos: ¿Cómo hacen estas cosas, marido mío, de forma tan estúpida? Y él enseguida, con mirada rencorosa, decía, "Vaya a remendar el pantalón. La guerra es cosa de los hombres." COMISARIO: Con razón lo decía, por Zeus. LISÍSTRATA: ¿Cómo que con razón, desgraciado? Tratábamos de avisarles pero se negaron escuchar los consejos. Entonces desastre. Por toda la ciudad lloraban "No quedan jóvenes en el país." Entonces decidimos las esposas que nos tocaba a nosotras salvar a Grecia. ¿Por qué esperar? Así, cállense la boca como hacíamos nosotras y nosotras les salvamos de sí mismos.