A menudo en el campo educativo nos podemos encontrar con situaciones que ponen en riesgo el compromiso docente con uno mismo. El modelo científico precisamente impone una mirada y una actitud que apelando al rigor, la objetividad dicta sobre cualquier opción diversa y distinta. Es fácil darnos cuenta que ciertos prejuicios repetidos pueden mellar en nuestras visiones ideológicas de la realidad. La consideración de la estadística con los datos y sus gráficas como baremo sistemático y riguroso de análisis de lo real puede parecer a veces un auténtico escollo para dictaminar aquello que nos ocurre formando parte de nuestros acontecimientos. En el mundo educativo desde hace tiempo observo una necesidad de gestionar y controlar todos los tiempos y espacios docentes. Más que nunca parece que en la disciplina este la explicación de los malos resultados en las pruebas de acceso a la universidad . O bien que la investigación de un trabajo a final del bachillerato se configure en el uso exclusivo de unos datos y sus gráficos para la puntuación del mismo a pesar de ofrecer un trabajo sobre un tema del que no se entiende absolutamente nada. En el nazismo las actitudes claramente contaban para decidir y tomar decisiones sobre las situaciones que se producian. Es cierto que el uso de este término de forma popular nos debería advertir de su posible banalización al respecto . Hablar de nazismo de forma frívola como si todo lo pudiera ser nos indlucye en la lista de los grandes ignorantes de la historia . Sin embargo creo que si podemoa entender que ciertas actitudes que tomamos frente a las cosas, situaciones, personas podrían definir esa falta de respeto por el otro, de situación frente al otro, de consideración del otro. En el mundo de la ciencia pasan cosas como estas en el ámbito educativo cuando pretendiendo dibujar un mundo productivo avalado por esa objetividad, trabajo riguroso se desacredita , se impone, se separa, se cae en un secesionismo del resto . Por eso en estos momentos conviene hablar de adoctrinamiento, de fiscalización, de control, dentro de la docencia. Esta claro que tener en los vestíbulos de los centros públicos carteles arengando a la desobediencia política con consignas a favor de determinadas opciones indica esto que estamos hablando. Hablar de actitudes nazis significa entender que no se da opción a educar bajo criterios distintos a lo que el sistema impone, prioriza, implementa llamese competencias , llámese trabajo por proyectos, llámese escuela 21 , llámese movimiento de renovación pedagógica por la enseñanza, llámese dirección educativa. Más que nunca los ayuntamientos dirigen sus entidades hacia los centros para promover actividades , promociones claramente dirigidas hacia lo que el sistema ha decidido. No debería sosrprender que con vocación de obtener el pabellón bien alto los centros educativos utilicen repelentes para alumnado divergente, distinto, diferente a quien el sistema social no puede dar solución por falta de voluntad política y priorice las altas capacidades de quienes destacan entre todos y a pesar de todos como alumnos brillantes . Cada vez entiendo más que quizás la mejor forma de vivir fuese apartando esos indeseables que no son educados , que hacen mal los gráficos, que convierten la opinión y los procesos de subjetivización en mecanismos de pérdida de tiempo y vidas. Claro siempre hay quien impone la razón con una actitud que convierte la educación en una práctica nazi , rigurosa, controlada , excluyente.