Merlí ha muerto . Las "merlinades" han desaparecido del presente y quedan en el recuerdo de haberlas compartido durante varias temporadas. Tal como sostiene Platón "FIlosofar es aprender a morir" lo que significa que no es que debamos desear morir pronto sinó más bien saber morir sin el miedo que nos da la muerte , sin la angustia de la experiencia del morir , sin pensar en el futuro al que todos y todas llegaremos. Merli en su última lección de filosofía ha convertido el personaje del profesor de filosofia en un ser extrañable , próximo a los adolescentes y cercano a la sociedad. Sin embargo en los años y temporadas de su corta vida como personaje ha generado polémica por frivolizar a veces los contenidos , por banalizar ciertas actitudes docentes, por un uso del lenguaje algo incorrecto, ... Lo cierto es que como profesor de filosofía me ha acompañado a lo largo de estos años , por vivir cercano al lugar donde practico en mis clases eso de hacer filosofar , por estar a punto de participar como centro en la experiencia post merliniana de preguntar a los adolescentes sobre la serie, por seguir en los foros de filosofía la dialéctica sobre los pros y contras , y finalmente por incluso jugar a ser a veces un Merli utilizando su nombre en algunas visitas al centro, hasta finalmente tener amistades que han hecho de doble de Merli o de actores que participan en la serie que algun día hablando me recordaban como un profe de filosofía que les había gustado. Por todo ello la lección final de la serie la convierte en un presagio de la materia, un final para una crónica anunciada como si se tratara de una especie de "La peste" que vaticina el final de los tiempos . Tiempos de la filosofia y su adios de las aulas y tiempo del final de mi profesión como profesor que se jubila y acaba así su historia docente. Efectivamente la muerte anunciada consiste en como Bergman en su jugada en su película "El séptimo sello" una partida entre la muerte y el caballero. Y siempre gana esta primera por mucho que no lo deseemos. Vivir es ese aprendizaje de caminos y senderos dirigidos a un final . Merlí se ha ido y con él los comentarios de los alumnos y alumnas que han ido siguiendo de manera doctrinaria como auténticos fans las anécdotas, las circunstancias, las situaciones, las idas y venidas con Epicuro, Aristóteles, Buttler, Rousseau, Hume, Schopenhauer, Platón, ...
Xavier Serra compañero de filosofia en su artículo escrito en
el periodico señala que no le ha gustado la serie por las ideas del personaje. Habla de código deontológico docente y añade que Merlí es antisistema, machista, nihilista, contrario a los valores tradicionales , ..añade finalmente que en los institutos todas las situaciones que se presentan de intentar hacer el amor con profesoras, de tirar los tejos a madres de alumnos o alumnas, de docentes transexuales, de homosexualidad adolescente , etc no se producen y son exageradas. Precisamente lo que más me atrae de Merli es eso su nihilismo , su antisistema, aunque si que es cierto que su patriarcado instalado en el poder de ser hombre y no mujer se sucede y no se esconde como tantas veces como hombres que somos y no lo queremos reconocer, y me gusta también por criticar ese tradicionalismo en los valores como si se tratara de una ciudadanía solemne , de manual de moral, de corbata y buena educación , ...Considero que en los institutos hay historias similares que si se suceden entre profesorado cuando va de fiesta, y que esta muy bien que la homosexualidad entre adolescentes sea una realidad como lo es y que todo esto presente un personaje / actor que ayuda a pensar , que genera controversia, que abre ojos , que hace sentir y que permite como al final de su vida entender que vivir es un arte , una acción que no es una postulado de normas, códigos y pautas de gestión sino algo más , algo que tiene que ver con el corazón , la pasión, la locura, el sin sentido . Para mi esta es la gran diferencia entre hacer filosofía como muchos hacen y aprender a filosofar que es otra cosa .