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ESTÈTICA DE L'EXISTÈNCIA.
Conversando y actuando sobre el teatro y la violencia en la sala Beckett dentro del espacio Obrador Internacional de Dramaturgia sorprende encontrarse con una teatro , que se defiende a la pregunta : ¿Para qué el teatro hoy ? Con una respuesta aparentemente política: porque crea un espacio de comunidad, de asamblea, porque el espectáculo del mundo , de las pantallas globales que distancian de lo real en el teatro se aproxima al espectador.
He aquí la cuestión , ¿realmente el teatro permite una mirada del espectador que le permite interactuar con la realidad y en concreto con la idea de violencia ?
Bartomeu Ferrando empieza con una perfomance "con el rabo entre las piernas..con las piernas entre el rabo, con el ra con el bo, con.. Este mundo violento del lenguaje , del silencio incluso como forma de ejercer la violencia dibuja una ruta por Bataille, por Nietzsche, por Artaud, por Carlos Santos, por el accionismo vienés de artistas performativos como
Mühl: «Lanzo el hedor de mi alma al rostro de las personas para provocar su redención».
Gunter Brus, Hermann Nitsch, Otto Mühl, Rudolf Schwarzkogler y otros como autores que con su acción performativa artística ponen el cuerpo como ejemplo de violencia utilizando la perforación, mutilación ejercida como autenticidad para evidenciar ese relato contra el dolor, la insatisfacción, el sentimiento autodestructivo que todos poseemos, la pérdida de la condición humana. En todos ellos se busca acciones para la reflexión , para constatar que lo humano llevado al límite soporta dolor, horror de forma patológica como si sirviera todo eso para sacralizar el dolor mismo. La expiación de la culpa , la purga como materialización de el auto infringirse daño propio para así ocasionarse como víctimización del yo algo que le convierte a uno en un ser auténtico tiene muchos ejemplos . Primo Levi llegó al suicidio después de escribir su experiencia en los campos de concentración, o Pier Paolo Passolini en su película "Salo" nos relata ese horror como dominación de una violencia fascista que no deja respirar en la medida que obsesiona de forma perversa al espectador. Pero como dijo Victoria Szpunberg esa imagen creadora a través del arte de la violencia no permite pensar en la escena del mismo director y escritor Pasolini golpeado hasta morir por los "chaperos" años más tarde.
Claro está que parece que el platonismo como esa escisión entre cuerpo y no cuerpo o mente , identifica al cuerpo como algo ajeno , algo situado en la sombra, en la caverna interior de quienes de forma sumisa dejan llevarse por la violencia del mundo y del ser humano como tal.
Claro está que definir la violencia como algo que parece ser en la historia surge después de la agresividad la convierte en una verdadera reflexión sobre ¿Como se ejerce la violencia hoy ? Acostumbrados como diría Guy Debord al espectáculo estamos sometidos a una realidad convertida en constante autodestrucción de imágenes de uso y abuso violentas. ¿Hay un placer en esa violencia ejercida que posee en el cine pero también en el teatro , en la vida misma, en las relaciones humanas ?
Una de las reflexiones sobre quienes trabajan en la memoria histórica es ese uso de la imagen , de los campos del horror , de los cuerpos amontonados como cadáveres para sembrar la reflexión en las exposiciones, en los propios museos, en los campos mismos y está claro tal como decía Claude Lazzman que muchas veces eso sólo consigue que se banalice la propia violencia. Convertir la violencia en una perfomance para que resulte auténtica , para que se convierta en un ejercicio donde el golpe, el corte, la mutilación está milimétricamente diseñada pera que no lesione del todo el cuerpo consigue que la mirada del espectador se acerque o no a esa realidad violenta debería preguntarse una.
El saxo suena para que el llanto de un bebe en escena se apacigüe pero la madre y el padre que cantan a la pequeña van levantando la voz como si la sordez del bebe permitiera que apareciera la violencia que acabará sonando de forma estridente. Acción performativa , gesto absoluto, imagen perfecta del mundo de hoy .. ¿Dónde esta la verdadera violencia , la autentica violencia ejercida en la sordidez de los espacios culturales, en las estructuras diseñadas para que lo creativo permita simbólicamente hablar y expresar el dolor del mundo que es el dolor del cuerpo?
En el film "El club de la lucha" se presenta esta idea de un mundo salvaje convertido en permanente ocaso, en autista, en la soledad que va tomando cada vez más en hospitales, residencias, geriátricos, pisos tutelados, pisos compartidos, una violencia que hiere y poco a poco mata a todo ser.