Aprender que la mejor esperanza es la que no se espera desde el deseo. Aquel día había empezado así , casi por casualidad , sin buscar nada que le llevara a encontrarse con cierto desengaño de lo que Platón le había recordado. Esa anamnesis , donde el conocer es recordar , como si el alma, el atman , fuese un personaje migratorio que va y viene del más allá al más acá.
Se trataba de encontrar el grial , la copa para que la bebida que creía le podía llevar a salvarse de todo aquello que había dejado atrás , en el ahora se convirtiera en el verdadero veneno que le llevara al olvido.
Vivir para no recordar, dejar atrás los recuerdos , las esperanzas y los deseos como fantasmas de un pasado que desapareció y encontrarse por fin libre del todo. No hay vida sin voluntad , por eso el deseo mata esa posibilidad de empezar en el ahora.
Ahora , era el momento .La inminencia de un tiempo proustiano que le posibilitase la única imagen para dejar de salvarse a si mismo. No hay pasado para que exista la vida propia.Por eso en ese presente del estar ahora encontró esa mañana una paz tremenda , enorme, insoportablemente inaudita . Un remanso , un oasis que le atrapó eternamente.
.-Déjame que me quiera , déjame que me ame a mi mismo , déjame que me sorprenda por lo que soy en este tiempo que vivo . Así sin más, sin darle vueltas una y otra vez a un estar para no estar, a un deseo de olvidar todo aquello que le arrastró una y otra vez a una vida fantasmagórica, onírica, insatisfecha, inapetente, descompuesta, inoperante ,
- Olvida toda esa vida que te arrastra día tras día a un mar de silencios y soledades caídas y rotas. Despierta de una vez a este ahora , a la brisa que refresca tu rostro, a los pies que te llevan en la mañana sin más por las calles del olvido para siempre .
Sin apagarse , sin sentirse vacío , escondió una piedra más, en el lugar secreto de su corazón roto, se tragó el orgullo, la pretendida imagen de lo que había desencontrado en la casualidad de ese día y se despidió .
- No vuelvas más por favor, no vuelvas, abandona para que el ocaso sea el alba de mis últimos encuentros con la respiración presente, abandona para que no regrese la forma fatua de un guerrero que vaga por el Hades de este infierno absurdo que ha vivido hasta ahora. No recorras a nada más que a mi no palabra, a mi no balbuceo, a mi adiós para siempre , a un camino sin retorno , a un caerse sin mostrar nada más que la felicidad absoluta que ahora sentía .
Así se acabó mil razones para no desear nunca más la esperanza y encontrarse con la voluntad del si quiero , del me doy la oportunidad de vivir , respirar, sentir, amar, sin regresos ,