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ESTÈTICA DE L'EXISTÈNCIA.
En los años 90 descubrí los libros de un dibujante que me había apasionado en mis años de adolescente leyendo el Víbora, el Rambla,Cairo, Totem, Creepy, ... el personaje de Peter Punk dibujado por Max me atrapó , puede por eso de las setas alucinógenas que siempre andaban tomándose para organizar sus hazañas . Con los años descubrí una colección titulada "Filosofía para profanos" de una profesora desconocida entonces llamada Maite Larrauri. Lo que me atrapó de sus libros era su formato. En primer lugar hablaba de temas de la libertad de Hannah Arendt, de la Sexualidad de Foucault, de la Potencia de Nietzsche, de la educación de Dewey, de la felicidad de Espinoza, de la Guerra de SImone Weil, de la amistad de Marco Aurelio, ... Encontré entonces que la estructura del texto era muy activa , permitía utilizar las imágenes con los chicos y chicas , las frases o sentencias de los autores y el propio texto que permitía una comprensión excelente del tema. Así fue como empecé a utilizar sus libros para empezar a hablar de filosofía , en aquella época con transparencias de dibujos , frases y con un cuestionario de preguntas que todavía guardo de cada uno de sus temas . Me permitió entonces entender que leer requiere una gran capacidad de concentración, atención y tiempo , de ir para delante y para atrás , de regresar y de atender a que nada te pase por alto.
No sé si eso me llevó a empezar a seguir a esta filósofa en su difusión en los programas por televisión de la 2 , y con otros de sus libros .
Ayer en la societat catalana de filosofía dentro de un expléndido curso programado para aprender de la didáctica y la metodología de la filosofía nos habló de su visión de la filosofía, su a priori como ella decia : la filosofía está en los textos y nada más, todo lo demás no es filosofía , será otra cosa . Por eso se requiere de leer y releer, de trabajar el texto como viéndolo en todo su contexto , o sea, darnos cuenta que el texto está escrito desde un lugar y que los conceptos que surgen pertenecen a ese lugar, pero también a su vez , hay una problematización que el texto nos plantea y que deberíamos convertirla en algo nuestro , que nos habla y nos interrumpe, nos despierta la pasión por leer y encontrar en el texto lo que dice y como lo dice, una dialógica de la estructura textual que permite entender que en la mayoría de casos las traducciones cuentan y que pervierten el verdadero sentido de la filosofía. La lectura del texto debe imprimir una calidad en el sujeto que escucha y lo lee en voz alta y lo convierte en algo que le resuena, lo prueba, lo deforma , lo construye como un deseo de desgranar en todo lo que se lee un diálogo permanente a lo Platón que convierte al lector en un modo de vida permanente , en una forma de entrar en el espacio del mundo de la prosodia, la prosa...
Creo que salí convencido que queda esperanza todavía cuando uno escucha algo que ha practicado en sus clases y sigue insistiendo con el teatro que realiza en sus clases, con el gesto que interpreta, con la preparación del texto en griego, en latín, en francés, en inglès o alemán, en castellano o catalán y que nos descubre ignorantes mortales de los pensadores ...