A este blog, ya longevo, le ha salido un hermano. Se trata de un hermano pequeño que más impúdico y atrevido hablará en el fondo de lo mismo, aun sin muchas veces parecerlo. Será espíritu burlón, que decía el poeta, por mucho que abuse de lo serio como su hermano mayor, por mucho que se tome las cosas bien a pecho, porque además de artista, el susodicho hermano es, como éste de acá, otro fantasma del universo digital, otra pululante sombra inasible que, como los bichos, se agita y patalea como loco. En suma, el hermanito se enfrenta a las mismas materias o espíritus que nos abruman, pero lo hará con mayor oblicuidad si cabe que en estas líneas a las que constriñe una gravedad más académica y profesional, además de un rigor y por qué no decirlo, una cierta vergüenza.
Sin pincháis aquí en este enlace, la fatalidad os conducirá al engendro:
Ráfagas de aliento náutico