He finalizado la lectura de
Piedra de estupor. Antología poética, 1918-1938, de César Vallejo, edición a cargo de Inmaculada Lergo, editorial Renacimiento, Sevilla, 2019. Un buen repaso por los distintos periodos de este peculiarísimo poeta. Tiene poemas muy buenos, impresionantes, con los que he conectado, y que pertenecen básicamente a
Los heraldos negros y
Poemas humanos. Con el vanguardismo de Trilce siempre me ha costado más entenderme. De todos modos, en toda su producción ostenta un estilo muy característico de sintaxis rota, aposición surrealista de nombres en apariencia sin sentido, recursos como la invención de neologismos, la ortografía cambiada, personificación, dando un resultado de texto nada parecido a otros que yo lea normalmente, extravagante pero muy emotivo al mismo tiempo. El vanguardismo de su operación con las palabras no es frío, sino que transmite constantemente calor humano y compasión. Es esta mezcla de vanguardia y honda emotividad lograda con recursos vanguardistas lo mejor de Vallejo, según creo. Por cierto, digno de nombrarse son los poemas de España, aparta de mí este caliz, seguramente de la mejor poesía escrita sobre la Guerra Civil española. Contra lo que suele suceder al imponer al verso un fin concreto político, en él esto hace que dé casi lo mejor de su producción. Es una poesía comprometida y de guerra que precisamente por ella, y de manera única, alcanza una gran cima expresiva.