Larga conversación por teléfono a media mañana con una anciana centenaria que conoció a las mujeres a cuya sombra me acuesto y me levanto: Carmen Brufau, Lena Imbert, África de las Heras, Caridad Mercader. "Nadie pensaba en sí mismo", me insiste una y otra vez, "no había egoísmos. Nos dejábamos guiar por la luz del futuro. Era fe, sí, pero basada en la ciencia".
Ya sé quienes son las persona del centro de la foto: Beni y Sonia Rabinovich. A los que estén al tanto del mundo del espionaje de los años 40 les sonará el nombre de Gregory Rabinovich.