Tengo escrito por aquí que el mundo se divide en dos clases de personas. Los unos quieren ser felices y los otros saben lo que quieren. Y sólo uno de estos grupos sigue a Punset.
Como no hay nada que satisfaga a uno más que ver compartidos sus prejuicios por personas inteligentes, me he llevado un alegrón al leer esto de
D. Jorge Bustos:
"Si Ruano repudiaba a Neruda por ser “el Sepu de la Poesía” (el Sepu fue el antecedente castizo de El Corte Inglés), Punset vendría a ser el Sepu de la ciencia: unos grandes almacenes ambulantes de cientifismo donde lo mismo apañamos unos pantalones darwinistas que una gorra de teoría del caos. Por los años 20 del pasado siglo a la periodista Carmen de Burgos le impresionó que Santiago Ramón y Cajal se pasara un verano metido en un sótano de Madrid para estudiar la vida de las hormigas. Punset, con sabio criterio, sólo habría bajado ahí detrás de un cámara."