Tengo escrito aquí que la vejez es la etapa más inesperada de la vida. Sucede que de pronto descubres que ya no eres del presente. Y este sentimiento, que al principio se insinúa como una sorpresa anecdótica, va tomando poco a poco cuerpo hasta convertirse en algo así como tu fondo anímico.
Viene esto a cuento de lo que acabo de leer. En París el festival Xplore ofrecerá, de aquí a pocos días, talleres tan singulares como los siguientes: "el lavado ritual de los pies", "todas las mujeres son fuentes" y "orgasmo meditativo anal." Claro, claro, el atópico soy yo. Se está convirtiendo en mi manera de estar.
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