19:28
»
El café de Ocata
Compitiendo con Pierre Roger de Beaufort por el amor de una mujer, Buridán, el del famoso asno (que, por cierto no aparece en ninguna de las miles de páginas que este lógico medieval escribió a lo largo de su vida) le arreó tal zapatazo en la cabeza que le partió el cráneo. Pero curiosamente la lesión potenció de manera prodigiosa la memoria de Roger de Beaufort... No quiero sugerir que fuera por esto por lo que llegó a papa, con el nombre de Clemente VI, sino que los caminos del Señor, como las consecuencias de nuestras acciones, son inescrutables.