No seré yo quien reivindique las Cortes franquistas como modelo parlamentario, pero me van a permitir recordar dos momentos de las mismas... .
El primero tiene como protagonista a uno de los intelectuales más interesantes del franquismo, Jesús Fueyo, que llegó a ser presidente del Instituto de Estudios Políticos y buen amigo de Carl Schmitt (ese jurista tan derechas con el que tanto se carteó Tierno Galván). En cierta ocasión el general Camilo Alonso Vega, a quien a sus espaldas se referían como Camulo, pronunció un discurso cuartelario. Jesús Fueyo se puso en pie para replicarle: «Mi general, estoy a sus órdenes pero no a sus opiniones». De Fueyo es la expresión "erótica del poder" y esta joya: "la decadencia de la metafísica es la metafísica de la decadencia de Occidente".
El protagonista del segundo momento es Villar Palasí. En el debate de la Ley general de Educación de 1970, José Solís Ruiz, “Ministro Secretario General del Movimiento”, le soltó a Villar Palasí, ministro de educación: “¡Más deporte y menos latín!”. Villar Palasí, un hombre muy culto, que hablaba doce lenguas, incluyendo el valenciano, que era su lengua materna, y tres dialectos del chino, haciendo referencia a la ciudad natal de Solís, le respondió: "Gracias al latín, los nacidos en Cabra se llaman egabrenses".