"Nuestras elites intelectuales se refieren a las cosas por su contrario. Algunos defensores del conformismo más plano se llaman a sí mismos rebeldes. Al igual que en 1984 y Un mundo feliz, utilizan el principio de la antífrasis y están dispuestos a llamar al Ministerio de la guerra "Ministerio del Amor". Pero saben que su causa está perdida: una ideología termina cuando no tiene palabras para describir la realidad".
Maffesoli en CAUSEUR