Los suyos dicen que es un genio de la estrategia. Quizás. De estas cosas quien decide es el resultado. Y yo no tengo ni idea del futuro. Pero cuando lo veo por televisión no puedo evitar pensar "este hombre tartarinea".
Hoy he acabado el ciclo sobre los lugares de la filosofía en Girona y he aprovechado para gironear un poco. Estas tardes de octubre en las que el verano remolonea son deliciosas. Uno va paseando dejándose llevar por el azar del sol y las sorpresas de la luz y encuentra todo en su sitio, como si viviéramos en un país normal.