Ya he encontrado mi lema.
Todo lo demás es cuento. Hasta el bombardeo de comentarios que inundan este pobre café. Pasaré un tiempo sin publicar ninguno. A ver si escampa.
Mientras tanto Lluis Foix, escribe que "en cuestiones políticas y en temas opinables los principios deberías ser dúctiles y flexibles". O sea que las cuestiones políticas y los temas opinables pueden ponerse en el mismo saco, el de las buena intenciones.
Los periodistas con buenas intenciones que pretenden imponerle un deber ser a la realidad política, deberían reexaminarse de deontología profesional... aunque, ahora que lo pienso, es muy probable que los examinaran periodistas notables por sus buenas intenciones.
Don Lluis: la política es precisamente la convicción de lo no opinable. Lo decía el viejo Platón: no reñimos entre nosotros cuando discutimos sobre la longitud de algo. Cuando esto ocurre, basta sacar un metro para acabar con las polémicas. Reñimos precisamente respecto a las cosas que no son mensurables, que son las más propias y, para cada bando, las más nobles.... ¡Claro que son confusas vistas desde afuera, pero para eso está el entusiasmo militante, para dotar de clarividencia a la confusión!
Por cierto...