Esta mañana he ido al Teatre Lliure, a visitar la "Biblioteca de cuerdas y nudos", una instalación de un profundo sentido pedagógico.
José Antonio Portillo es un tipo fenomenal. Si os dais una vuelta por ella -está hasta el día 15- saludadlo de mi parte y paraos un rato a hablar con él, porque aún mas interesante que la instalación es su reflexión sobre los objetos, su invitación a la demora, a la mirada lenta, a liberar del anonimato el sentido latente en las cosas. O, mejor dicho: él es la pieza fundamental d ella instalación.
Lo que nos muestra es una invitación a hacer del caos un cosmos y del objeto abandonado una insinuación de sentido, un inicio de un relato riguroso.
Las opiniones que más sensatas nos parecen suelen ser as que coinciden con las nuestras. Pero si las opiniones de José Antonio me parecen sensatas, es porque las mías coinciden con las suyas.
No es frecuente encontrarse con instalaciones como esta. Los organizadores de escuelas de verano y de seminarios pedagógicos deberían tener a José Antonio en los primeros lugares de su agenda.