He pasado muy buenos ratos -aunque tristes, porque la historia, como el diálogo, siempre acaba mal: con el silencio de sus protagonistas- repasando
La Batalla, el órgano del POUM y leyendo la biografía de Gustav Regler,
La lechuza de Minerva, héroe de las Brigadas Internacionales en Madrid y traidor en el exilio mexicano. "No te hicimos héroe en Madrid para que ahora te construyas tu propia filosofía", le advirtió un ex-camarada en un café mexicano. Creo que
La lechuza de Minerva, que como decía Hegel inevitablemente llega tarde, porque levanta su vuelo al atardecer, nunca se publicó en España. Nietzsche dice en la consideración intempestiva que le dedica a la historia, que no podemos sumergirnos en ésta sin acabar contaminados de escepticismo. Les confieso que estos días tengo un fuerte acceso de este mal existencial.