"Los profesores seremos felices cuando renunciemos a enseñar e intentemos simplemente dar a los alumnos marcos de aprendizaje que les permitan reflexionar, hacer trabajar los ojos, las orejas, el cerebro, y por qué no, el cuerpo, la creatividad. La crisis actual de la enseñanza se da porque rechazamos entrar en esta nueva lógica".
1) Me imagino a mis nietos llegando a casa con un marco de aprendizaje bajo el brazo que les ha dado su profesor feliz.
2) Denme un profesor infeliz pero buen profesional antes que un memo feliz. Y yo, personalmente, creo que para ser feliz la condición imprescindible es reducir la complejidad del mundo hasta el tamaño de la memez.
3) Francois Bégadeau para ser feliz abandonó la enseñanza y se dedicó a actividades más glamurosas, como escribir en revistas de cine.
4) Este texto encabezaba ayer un acto convocado por el Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya. Bégadeau es anarquista y tiene todo el derecho de serlo. ¿Pero si el poder coquetea con mensajes anarquistas, ante qué estamos, ante una hipocresía hiperbólica o ante una estricta ignorancia de lo que él mismo dice?
5) El profesor no quiere dirigir, no quiere tener autoridad, no quiere ser visible. Cada vez quiere ser menos un profesor de una asignatura. El profesor siente vergüenza de serlo. El profesor ha muerto.