Ayer estuve hablando de Erasmo en La Central (y de filosofía micrológica, de guerras filológicas y de que el humanismo no es suficiente). Para hacer más llevadera la hora y media, les regalé a los presentes un pequeño diccionario erasmiano que ahora les regalo con satisfacción a todos ustedes.
- Adán: “En Adán todos nacemos sin nobleza” (Enquiridión)
- Alma: “El alma de un hombre no está donde vive, sino donde ama” (El galán y la dama)
- Atrocidad: “La atrocidad absoluta: cristianos en guerra contra cristianos. Y a nadie le sorprende, a nadie le indigna” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Ciudadano del mundo: “Yo deseo ser un ciudadano del mundo entregado a todos o, mejor aún, extranjero para todos” (Carta a Zuinglio)
- Conocerse a sí mismo: “Nadie presuma tanto de sí mismo que diga conocerse lo suficiente” (Enquiridión)
- Continencia: “En buena parte, la continencia es fruto del deseo de querer ser continente” (El joven y la prostituta)
- Cristianismo: “Lo esencial de nuestra religión es la paz y la unanimidad. Pero estas no pueden alcanzarse sino a condición de que limitemos todo lo posible las definiciones y de que en muchos puntos dejemos a cada cual seguir su criterio” (Carta a J. Carondelet)
- Definición: “Definimos tantas cosas que podrían ser ignoradas o abandonadas a la duda sin perjuicio para nuestra salvación” (Carta a J. Carondelet)
- Erasmo: “Desde la adolescencia me he dedicado a la más selecta literatura antigua y he adquirido, con considerable pérdida de sueño, un modesto conocimiento tanto del griego como del latín. Y he hecho esto buscando no una vana gloria o pueril satisfacción interior, sino respondiendo a un propósito premeditado de adornar, en la medida de mis fuerzas, el templo del Señor con raros tesoros”.
- Escepticismo: “Me agradan tan poco las afirmaciones, que de buena gana tomaría partido con los escépticos en cuanto lo permitiesen la inviolable autoridad de la Santa Escritura y los decretos de la Iglesia” (De libero arbitrio). “Parte de nuestro conocimiento estriba en aceptar que hay algunas cosas que no podemos conocer, y otras muchas en que la incertidumbre es mucho más provechosa que la misma certeza” (Carta a Dorp).
- Esparta: “Dice Marco Tulio (…) ‘Lo último que nos resta es que honremos a esa Esparta que es nuestro lote’ (…) No sólo no la dejaré nunca sino que, aunque ella me deje, seguiré pensando igual.” "Se alude a este proverbio en este verso de Los viajeros de Teócrito: ‘Compite pues en tu sitio y desde ahí canta tu canción’”. (Haz honor a Esparta. La suerte te la otorgó)
- Felicidad: “Consista en que uno sea aquello que quiere ser. Y esto es precisamente el beneficio que ofrece mi querida Filautía: que nadie esté descontento de su propio aspecto, de su propio carácter, de la propia familia, de su propio puesto, de la propia conducta, de su propia patria…” (Elogio de la locura). “¿Es que hay, por los dioses inmortales, alguna clase más feliz de hombres que ésos a los que vulgarmente se llama estúpidos, necios, imbéciles y bobos?” (Elogio de la locura)
- Filosofía: “No consiste en ataviarse con capa y zurrón y dejarse crecer la barba. ¿Qué significa pues? Significa menospreciar lo que el vulgo admira embobado y pensar las cosas en modo muy diferente a como lo hace la mayoría de los hombres” (Para rey o para necio se nace)
- Guerra: “La guerra es dulce para quien no la ha probado” (...). “¿A qué viene que unos seres tan expuestos a las calamidades busquen como si les hiciese falta un mal adicional?” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Hombre: “Se trata del único animal nacido exclusivamente para la amistad, que principalmente madura y se refuerza con la ayuda mutua”. (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Julio II (papa de 1503-1513): “Conserve Julio su gloria belicosa, que se quede con sus victorias, que se quede con sus magníficos triunfos! No le corresponde a alguien como yo definir si son dignos de un príncipe cristiano. Sólo diré que, fuera cual fuese, su gloria estuvo unida a la muerte y al dolor de muchos” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Locura: “De mis labios vais a oír un discurso improvisado y poco cuidado, desde luego, pero, por eso mismo, más veraz” (...) “En no reflexionar nada radica la vida más placentera” (Sófocles, Áyax) (Elogio de la locura)
- Monacato: “Monachatus non est pietas” (Enquiridión).
- Morir: “Dígame, eminente señor, si hubiera de morir mañana, ¿preferiría morir como idiota o como sabio?” (El abad y la mujer ilustrada)
- Naturaleza: “Más madrastra que madre en no pocos aspectos” (Elogio de la locura)
- Necio: “El necio sólo conoce los hechos” (Elogio de la locura)
- Oración: “A él le pido que se digne abrir mi espíritu al estudio de las buenas letras” (La formación religiosa de los niños)
- Paz: “Difícilmente existe una paz tan inicua que no sea preferible a la más justa de las guerras” (...) “Gran parte de la paz consiste en querer sinceramente la paz” (Lamentaciones de la Paz)
- Perezoso: “El perezoso quiere y no quiere” (Enquiridión)
- Publicar: “Mi único propósito al publicar todos mis libros ha sido siempre hacer algo útil con mi trabajo y, si no podía lograr eso, al menos no hacer daño” (Carta a Martin Dorp)
- ¿Qué es esto?: “En la Sagrada Escritura no sobra nada, no hay ni una tilde que no sea digna de investigación o estudio. Y también de admiración, y, por tanto, digna de que nos preguntemos: ‘¿qué es esto?’” (Enquiridión)
- Realidad: “La verdadera realidad de las cosas siempre se mantiene profundamente escondida y no se deja aprehender ni fácilmente ni por muchos”. (Los silenos de Alcibíades).
- Respeto: “Nadie se considera a sí mismo poco digno de respeto” (El escarabajo acecha al águila)
- Rey: “… era tan tonto que incluso podría haber llegado a reinar” (Para rey o para necio se nace)
- Sabiduría: “La auténtica sabiduría no estriba solo en consagrarse al conocimiento de la verdad sino también en el gusto y el amor de lo honesto”. (Para rey o para necio se nace)
- Sileno: “En gran parte los hombres representan un sileno invertido. Alguien que examine en profundidad la esencia y la naturaleza de las cosas descubrirá que nadie está más lejos de la verdadera sabiduría que esos hombres que con títulos magníficos, con capelos de supersabios, con espléndidos cíngulos y con anillos de piedras preciosas hacen gala de sabiduría absoluta” (Los silenos de Alcibíades)”
- Sócrates: “¡San Sócrates, ruega por nosotros!” (El banquete religioso)
- Turcos: “Ni siquiera creo que se deba aprobar nuestra insistencia en hacer la guerra a los turcos. ¡Mal va la religión cristiana si su conservación depende de tales defensas!” (...) “Es menos malo ser abiertamente turco o judío que un cristiano hipócrita” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Vejez: “No quiero quejarme de la vida (…). No me arrepiento de haber vivido, pues he llevado una existencia que me hace pensar que no he nacido para nada. Y salgo de esta vida más como de una posada que como de mi propia casa. La naturaleza nos dio un albergue para detenernos, no una residencia fija” (Cicerón) (El banquete religioso).
- Vida: “¿Qué otra cosa es la vida de los mortales, sino una especie de comedia, en que cada uno se presenta cubierto con su máscara e interpreta su papel, hasta que el director de la representación lo retira del escenario?” (Elogio de la locura). “No me arrepiento de haber vivido” (El banquete religioso).