Ayer por la tarde Luis Moctezuma y yo nos dimos una buena caminata por Barcelona, que terminó en Casa Almirall, el que es posiblemente el bar más antiguo de la ciudad. Le estaba contando yo a Luis que estábamos cerca de El Lletraferit, el bar de Alexandre Diego Gary, hijo de Romain Gary y Jean Seberg, cuando entraron dos escoceses -lo supe porque me lo dijeron después-, se sentaron a nuestro lado y comenzaron a discutir sobre Michel Houellebecq sin ponerse de acuerdo. Para uno es un genio y para el otro, un mero provocador. Para mi sorpresa se dirigieron a mi para que hiciera de juez. ¿Qué pensaba yo sobre el escritor francés? Tras informarme de sus respectivas opiniones, le pregunté al partidario de Houellebecq si su amigo era muy buena persona. "Es una magnífica persona", me contestó. "La mejor que conozco", añadió con firmeza. "Pues aquí está la clave de todo", le dije yo. "Las buenas personas suelen ser malos lectores". Para mi sorpresa, ambos se mostraron de acuerdo conmigo.
De vuelta a casa, el tren estaba tan lleno de pasajeros que parecía un test sobre las convicciones filantrópicas de cada uno de nosotros. Me puse los auriculares y seleccioné en Spotify el segundo movimiento de la quinta de Mahler. Y con la primera nota, se hizo el vacío. Viajé hasta Ocata lejos del mundo y de sus incomodidades. ¿Dónde estamos cuando estamos escuchando música?
En casa me encontré con un mensaje. José Luis López Bulla me decía que una mujer de 82 años, niña de la guerra, conoció en Moscú a Caridad Mercader y que quería hablar conmigo.
Sigo buscando información sobre el Retrato de Montserrat, de Diego Rivera. Luis Moctezuma me ha puesto en contacto con el nieto del pintor y con Tely Duarte. El nieto no sabe nada y Tely me anima a escribir "al maestro Alberto Hijar, que conoce perfectamente todo el asunto relacionado al partido comunista. Se desempeña como investigador en el CENIDIAP".
"Compañero Luri", me contesta Alberto Hijar. "Averiguaré si en los registros del INBA aparece Monserrat. Por el lado de Claudio Albertani, director del Centro Vlady e investigador de Victor Serge, podría aparecer algún indicio. Ojalá".
Respuesta de Claudio Albertani: "Hola Gregorio: muchísimas felicidades por tu libro. Lo podemos presentar en el Centro Vlady. Voy a buscar a alguien que sea conocedor de Diego Rivera para ver si me puede proporcionar información sobre el cuadro. En cuanto sepa algo, me comunico".
A ver lo que da de sí este nuevo día.