Y Hegel resulta ser transparente en comparación con este pasaje de Sanz del Río que recoge Menéndez Pelayo:
"Lo puro todo, a saber, o lo común, es tal, en su puro concepto (el con en su razón infinita desde luego) como lo son particularidad y sin lo puro particular, nada deja fuera ni extra de su propia totalidad (ni lo particular, pues) siendo lo puro todo -con- todo lo particular relativamente de ello al modo principal de su pura totalidad. Y lo particular (en su inmediato principio) absolutamente conmigo en mi pensamiento: lo propio y último individual inmediatamente conmigo, y de sí en relación es tal en su extremo estrecho concepto inmediato, como lo sin pura totalidad y sin lo puro todo, y así lo hemos pensado, en su pura inmediata propiedad de particular."
Que conste que esta maravilla, que parece un ejercicio de escritura automática, está extraída de una obra titulada Análisis del Pensamiento Racional.
Con razón se solidariza don Marcelino con el "infeliz corrector de pruebas que ha tenido que echarse al cuerpo 448 páginas de letra muy menuda, todas en este estilo". Esta es su valoración definitiva sobre esta obra (y yo me temo que sobre el conjunto del krausismo): "¡Si arrojásemos a la calle el contenido de un cajón de letras de imprenta, de fijo que resultaban compuestas las obras inéditas de Sanz del Río".