Una ventana en el patio del convento de San Francisco, en la plaza del Tlatelolco.
No es fácil comprender la relación de los mexicanos con la muerte, peor lo cierto es que sin la presencia constante de la muerte, México no sería lo que es. Esta imagen se encuentra en el corazón de la ciudad vieja y parece que ha asumido recientemente algún tipo de patronazgo entre las gentes del hampa.
Quizás el lugar más impresionante de la ciudad de México: El Museo de Antropología.
Y, de nuevo, la muerte.
En el barrio de San Ángel se encuentra la parroquia de San Jacinto y en ésta, en una humilde capilla lateral, se descubre enrejado este "Señor de la Paciencia", de un autor anónimo del siglo XVIII
San Jacinto es la prueba de que hay otros mundos, pero son más caros. En una ciudad que parece haber hecho del caos una forma de vida, de repente uno se encuentra con este barrio, que es un remanso de paz. Eso sí, todas las casas tienen sofisticadas medidas de seguridad.