Mi nieto Bruno está fascinado con el mapa de la isla de Siltolá.
No duda de que el mapa es auténtico y de que Siltolá existe y esconde grande tesoros,
pero no sabe cómo llegar hasta allí. Le he propuesto que comencemos el viaje por Sevilla, quizás en esta ciudad encontremos a alguien que pueda ofrecernos alguna pista.