Tales Milesio era un filósofo de los muy venerados de la Antigüedad. Éste, entre otros estudios suyos, deseaba averiguarle los movimientos al cielo. Iba una noche a su casa a tiempo que su criada salía della a buscarle. El hombre iba tan divertido mirando las estrellas que metió un pie en un hoyo y dio con todo su cuerpo en el suelo. Llegó la mujer a socorrerle y, con la libertad de criada de pobre, le dijo: "Levántese, señor. No ve lo que tiene junto a los pies, ¿y quiere ver lo que hacen las estrellas?"
Del comentario de Zabaleta me limito a recoger dos observaciones:
Primera: "¿Qué de siglos ha que se están burlando los ignorantes de los que saben y de los que estudian y qué de siglos ha que lo están errando!"
Segunda: "El mucho vino a unos los hace callados y a otros los hace habladores. La ignorancia es como el mucho vino: a unos los hace no acertar a despegar la boca y a otros les hace decir boberías. ¿Qué querría esta vieja bachillera decir con lo que dijo? Hízola hablar la ignorancia y hízola hablar como el vino: obligola a decir un disparate".