Hace treinta años Allan Bloom se dirigió a un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad de Harvard con estas palabras: "Fellow elitists..". Por supuesto, lo decía en serio. Hoy si tratas a alguien de elitista, se enfada, y, sin embargo, todos -creo- queremos ser gobernados por los mejores, llevar el coche al mejor mecánico, tomar un café en la mejor cafetería, comer los mejores callos acompañados con el mejor vino que podamos permitirnos o no desperdiciar un beso besando de cualquier manera.