Gabriel Alomar publica este libro sorprendente para defender una aristocracia "democrática", a la que llama "aristarquia", como motor de la política, como alma de la materia política que es la plebe. Esa aristocracia dará origen, en manos de Mussolini, al fascismo y, en manos de Lenin, a la teoría de la vanguardia obrera. Alomar es socialista y acabará afiliado al PSUC, pero en estos momentos -1923- el lector tiene la sensación de que su camino tanto podría llevar a Roma como a Moscú. Magnífica prosa, por cierto. Voy por la mitad y creo que no hay un párrafo en lo que llevo leído en el que no haya subrayado algo, no siempre para mostrar mi aquiescencia, por cierto. Un ejemplo entre mil: "Desgraciados los eunucos, que ni siquiera se ruborizan de exhibir su mutilación, antes bien se envanecen de ella como un certificado de perfecta oveja en un concurso parroquial o en un comicio agrícola. (...) En nuestra sociedad convivimos dos razas: la de los capaces y la de los ineptos (...). Una lenta castración ha actuado sobre el espíritu nacional. Nuestro catolicismo étnico es el principal culpable de ella. Ha cegado los manantiales invisibles de la voluntad."