Si todo ser es ser relativo y la relatividad es la auténtica naturaleza del ser, la realidad puede pensarse orgánicamente, ya que todos los elementos que la constituyen son relativos entre sí y, de esta forma, conforman un todo.
Y una vez llegados a este punto, es inevitable pensar en el Timeo.
Para Amor Rubial, como para Platón, el Universo es una obra de arte (aunque de categoría distinta a las obras artísticas del hombre) y -si los entiendo bien- precisamente por ello hay ley moral y hay hombres.
Para Amor Ruibal, como para Platón, el Universo es un cuerpo.
La ley moral podría verse como un imperativo categórico que nos impusiera el deber de respetar la naturaleza artística del Todo y sería ese respeto (la sumisión a la ley y la generosidad con la tradición) lo que haría del hombre un hombre.