Mi nieto Gabriel, que tiene 4 años, lee y escribe bastante bien. Ha salido como su madre, que aprendió también por su cuenta a esta misma edad. Por su cuenta no quiere decir aisladamente, sino que autónomamente no deja de preguntarnos qué pone aquí o allí y va aplicando lo que sabe a todo texto que se encuentra por la calle.
Aprovechando sus habilidades escritoras ha comenzado a escribir una lista de regalos para los Reyes Magos y allí, entre juguetes más o menos previsibles, está el "móvil".