Leo en un reciente estudio del IESE que "un 72% de las grandes empresas españolas encuentran dificultades para cubrir los puestos de trabajo que ofrecen", pero lo que más me llama la atención es esta observación: "Existe una brecha importante de conocimientos, capacidades y actitudes, que aumentará en los próximos 5 años." Si nos atreviéramos a llamar a las cosas por su nombre diríamos que lo que hay es conocimiento precario y caracteres blanditos.
“El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas.”
Un dato más que previsible: Un 52% de las empresas no encuentra en los graduados "las capacidades requeridas de comunicación". Es decir, que encuentran una notable pobreza lingüística. Conviene recordar en este contexto lo que ya hace unos años observaba Andreas Schleicher: “España aparece mejor posicionada en los rankings internacionales cuando se considera la proporción de jóvenes que tienen titulación universitaria que cuando se evalúa el nivel de comprensión lectora o habilidad aritmética de estos jóvenes. Más de un tercio de los graduados universitarios españoles no superan el nivel dos en la prueba de comprensión lectora. Por tanto, no están suficientemente preparados para lo que sus puestos de trabajo exigen.”