I Escribe Derrida en La tarjeta postal: "Desde el momento en que lo que te escribo se convierte en literatura, ya no me dirijo a ti y, por consiguiente, falto a ese deber que me ordena que me dirija a ti de forma singular".
IIDerrida se dedica con frecuencia a someter lo obvio a análisis hiperbólicos, con lo cual lo cotidiano tiene que acabar pidiendo perdón por no estar a la altura de lo imposible. Uno se dirige a los demás con los recursos que tiene y entre estos recursos están las frases hechas. Para dirigirme al otro de forma singular necesitaría un idioma singular.
IIITambién cuando me pienso mis pensamientos se convierten en literatura y ya no me dirijo a mí mismo de forma singular.
IVPlatón decía que lo singular es inefable, "álogos", no hay palabras para nombrarlo ni pensamientos para pensarlo.
V Artículo en El Subjetivo: El enemigo es el enemigo.